Cuestiones pendientes

DESDE HACE ya muchas semanas, las urnas de marzo están presentes en los actos, propuestas, planteamientos y declaraciones de los políticos. Casi todo gira en torno a esas elecciones con las que acaba el aznarismo o el aznariato, y en las que, además, se va a renovar una parte sustancial de la clase política: tanto el PP como el PSOE anuncian su propósito de modificar en prácticamente la mitad de sus integrantes sus correspondientes listas de candidatos a diputados y senadores. A estas alturas, y a la referida distancia de dos meses, probablemente resulte prematuro determinar cuáles han de ser los ejes de campaña, las grandes materias, pero ya han surgido algunas que optan claramente a disponer de esa condición: la preocupación por la unidad territorial de España, la financiación autonómica, las agencias tributarias regionales o autonómicas, y en suma, la posibilidad de que se proceda a revisar varios estatutos autonómicos y la propia Constitución española ha surgido como uno de los asuntos inevitables, y a las que los partidos ya han aportado sus puntos de vista, reflexiones y propuestas concretas. Luego, ha surgido otra cuestión, si cabe, más tangible y que afecta mucho más a los ciudadanos: la vivienda y su coste disparatado. Cabe recordar que el precio de la vivienda ya apareció en el escenario de las elecciones autonómicas y municipales de mayo, y pasó como nube de verano, sin efecto concreto alguno. Ahora cabe temer otro tanto: que los tres niveles de administración que pudieran verse afectados para afrontar y tratar de resolver el problema miren hacia otro lado, y nadie asuma el correspondiente compromiso para resolver la cuestión de base: el precio del suelo del que se benefician, sobre todo, las corporaciones locales por falta de otro tipo de ingresos y de fórmulas de financiación. Los políticos prefieren sugerir otras fórmulas para aliviar el problema de la carestía de la vivienda: que la inversión regrese a la bolsa o que el mercado haga regresar sensatez a los irritantes precios de las casas...