Diario de León
Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

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BUENA PARTE del bienestar alcanzado por la mayoría de las naciones habitadas por hombres blancos se debe a su indiscutible talento, largamente demostrado, para oprimir a otras razas. A las gentes de epidermis cobriza se las cargó casi en su totalidad el Séptimo de Caballería, pero tuvieron buen cuidado en dejar a algunos representantes en las reservas, para atracción de turistas y para que fumaran en pipa. Y a los negros se les hizo trabajar como negros. De vez en cuando, de las plantaciones de algodón, salía un tipo como Joe Louis y ya sabemos que cuando alguien de epidermis oscura es millonario y célebre, destiñe. Se dirá que esas cosas pasaron hace bastante tiempo, pero ahora pasan otras idénticas. El presidente Bush acaba de aprobar un plan para entrenar a miles de soldados africanos para misiones de paz, o sea, para que vayan a la guerra. Una idea genial eso de delegar el servicio de la patria en quienes han nacido en otras patrias. Ya en tiempos de Vietnam y ahora en Irak, donde los vietnamitas llevan turbante, los combatientes son en gran escala negros o chicanos. El presidente norteamericano teme que llegue un momento en el que tengan que hacer la guerra las personas bien educadas y se dispone a reclutar mercenarios. Se trata de contratar 75.000 soldados de otros países, en especial de África, donde no será difícil encontrar a jóvenes que prefieran el riesgo a morir de un balazo a la seguridad de morir de hambre. Urge la necesidad de contrarrestar la escasez de tropas, después de la presurosa retirada del contingente español, al que se ha unido Honduras. A ver si va a llegar un momento en el que tengan que solucionar sus guerras los mismos que las declaran. Hasta ahí podíamos llegar, ha debido de pensar Bush y ha aprobado el oscuro plan, dotado con 600 millones de dólares. ¿Será por dinero? También ha dado vía libre a Sharon en su Carta de garantías para las anexiones. Napoleón decía que en las guerras mueren siempre los mismos, pero no habló del color de su piel.

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