León tiene futuro

OTRA BUENA noticia para León: Inditex, o sea Zara, o sea ese gran patrón de Busdongo, Amancio Ortega, ha elegido León para ubicar un centro de clasificación, etiquetado y distribución para todo el Noroeste. Se instalará en el polígono de Onzonilla. Ocupará inicialmente 40.000 metros cuadrados y creará 200 empleos. La noticia, en sí misma, ya es para celebrarla. Pero es que, además, se une a la decisión anterior de Mercadona de instalar su centro logístico, también para el Noroeste, en el polígono de Villadangos, y al anuncio del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que se pondrá en Torneros el gran centro de contenedores de Renfe. El Noroeste empieza a resucitar. De la miseria y el olvido, a la esperanza. Todo esto viene a confirmar que esta vez, sí; esta vez parece que va a salir que el suroeste de la capital se confirma como la gran plataforma logística y de distribución que se venía exigiendo y persiguiendo desde hace años. No son cuentos biomédicos, ni acotaciones supersónicas del cielo leonés con pilotos y aviones de combate. Con suelo y agua abundantes y baratos, y siendo el principal nudo de comunicaciones de esta parte de la Península, era totalmente incomprensible e injustificable que León no acabara de arrancar, salvo por la mala gestión política. La hemos tenido. Y de qué manera. No sólo los leoneses no les han pasado factura, sino que les mantienen sentados en el terciopelo. En los últimos tiempos también hemos acogido con júbilo otras buenas noticias en el terreno industrial. La más notable y principal es la instalación de la fábrica de aerogeneradores Vestas, danesa, auspiciada por la Junta de Castilla y León, y la confirmación de que van a trasladarse a Torneros los actuales talleres de Renfe. Además de los trabajos que hacen en la actualidad, se ocuparán del mantenimiento de los trenes Ave. Es decir, tendrán que aumentar considerablemente la plantilla. Finalmente, parece ser que el Inteco sale del territorio de las ideas platónicas y empieza a definirse y tomar forma. En resumen: que en León capital, aunque seguimos con la negra sombra de la crisis de Antibióticos planeando sobre nuestras cabezas, empieza a verse la luz al final de veinte años de crisis prolongada. Veinte años, que en el tango no son nada, pero que han diezmado a León. Hay muchas asignaturas pendientes en la provincia. Excepto en Ponferrada y ayuntamientos limítrofes, y en Valencia de Don Juan, sigue la crisis derivada de la pérdida de mano de obra en la agricultura y la minería. Pero ahora hay un elemento más para confiar en nuestro futuro: una nueva generación de empresarios, como los que salvaron a la aeronáutica Lagun Air, que está apostando por esta tierra nuestra, esta tierra mía, por ponerle eco a la voz de Cecilia. Otros no sabemos dónde se han llevado las plusvalías de la construcción. Con todos esos elementos que hoy voceo desde este balcón, se puede concluir: Abrazo la esperanza de que León tiene futuro.