Menores

AÚN NO ESTÁ demostrada estadísticamente la teoría esa que asegura que una persona a la que no le gusten ni los perros ni los niños, no puede ser del todo mala. Se admite, en cambio, que son buenos los que intentan no siempre con fortuna educar a un perro para que el día de mañana sea un lazarillo de provecho o a un niño para que en el futuro no se convierta en un delincuente. La reforma de la Ley Penal del Menor prevé una mayor dureza de las medidas de internamiento cerrado en los casos de delitos graves, como el homicidio, el asesinato o la violación. Así como hay niños precoces ajedrecistas y directores de orquesta, hay niños jefes de bandas organizadas. Es un fenómeno nuevo en España. Criaturas recientes al mando de otras de su misma edad que planifican robos y extorsiones, ya que todavía no están en disposición de lanzar opas hostiles. ¿Cuándo empieza un ser humano a ser consciente de sus actos? Ya sabemos que algunos no lo son nunca, pero la mayoría de los que están afligidos por esa inmadurez optan por dedicarse a la política municipal. Hablo de los adolescentes. Alguna oenegé ha solicitado que se rebaje la aplicación de la ley de los 14 a los 12 años. Actualmente a ningún menor de 14 se le puede imputar nada, por muchas putadas que haya hecho. No sabemos si eso que llaman «malas inclinaciones» son siempre corregibles. Contra las vocaciones fuertes es imposible la lucha, pero en ningún caso hay que promulgar leyes que dificulten o impidan la reinserción. Ser joven es ser recuperable. Luchar contra la marginación y la pobreza sería lo mejor para cegar la cantera.