Que no nos falte el humor

PUEDE tener usted la seguridad, querido lector que, pese a todo, este nuestro es un gran país en el que todavía la mayoría de los que lo habitamos no perdimos ni el sentidiño ni el buen humor. Ni podemos perderlos, a la vista de lo que vemos y escuchamos cada mañana. Buena falta nos harán la cordura y la ironía para poder superar el trance y afrontar el día a día, ahora que a nuestra clase política le ha entrado un sarampión de incoherencia, mosqueo y disparate. Veamos. El PP elabora un vídeo sobre la seguridad ciudadana en tiempos de Zapatero. Le entusiasma tanto la cosa que echa mano de imágenes de sucesos ocurridos durante el mandato de Aznar y del mismo Rajoy. Y como el entusiasmo va a más, se trae incluso secuencias de enfrentamientos entre narcos colombianos. Y ahora que el video ha tenido un éxito formidable y nos hemos muerto todos de risa, va Zapatero y les reprocha el haberlo hecho. Con lo bien que nos lo estábamos pasando Otro. Angel Acebes, aquel señor que cuando nos contaba lo que había ocurrido el 11-M estaba tan desmejorado y con tantas ojeras, lleva meses diciéndonos lo que hay que hacer para mantener la seguridad y la concordia ciudadana. Puede parecer una contradicción que lo haga quien estaba al frente del negociado cuando se produjo el mayor atentado de nuestra historia. Pero le habilita el ser, sin duda, el que más sabe de catástrofes, cataclismos, desgracias y embustes. Pero hay más. Ahora sabemos que fue ETA la que robó las pistolas en Francia, sabemos también que vuelve a extorsionar a los empresarios vascos y vemos que la lucha callejera se mantiene a buen nivel. Y mientras aguardamos una explicación sobre qué pasa con el proceso de paz, Zapatero va y nos habla de un futuro prometedor, del superávit del Estado y del recibo de la luz. Así que si queremos sobrevivir, en los tiempos que corren, no tenemos más remedio que echar mano del buen humor.