Diario de León
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León

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Desde las páginas de este diario, quiero recordar, aunque ya haya pasado el tiempo navideño, que en Laciana se realizó un belén Viviente los días 23, 25 y 30 de diciembre y 5 de enero, en el patio de la casa de Sierra y Pambley de Villablino. En los periódicos provinciales no dedicaron ni mencionaron dicha actividad a la altura que la noticia merecía (b ien por falta de información o falta espacio en publicación), a pesar de que dicho belén, fue realizado por casi todas las asociaciones culturales del Valle de Laciana (más de veinte) y visitado por más de tres mil personas. Este acto es el primero que se realiza, pero desde aquí mi agradecimiento por el esfuerzo realizado por más de un centenar de personas que participaron, pues dedicaron su tiempo libre, tanto a confeccionar el vestuario, como a estar en la escena que les correspondía, en días de fiesta, dejando a sus familiares en la sobremesa, ya que estos, son días de comidas y visitas familiares. Pasaron frío y se mojaron bajo la lluvia pero a ellos no les importó. Agradezco desde aquí la colaboración, participación y disposición de la concejala de Cultura, doña María Isabel Gómez, que dispuso presupuesto para el vestuario y no faltó ningún día unos cuantos litros de chocolate caliente para combatir el frío. Ya está bien de oír eso de: «En Laciana no tenemos nada». Este belén, no tenía nada que envidiar al de León u otras ciudades, y así lo manifestaron muchos visitantes que por allí pasaron. Mucha gente colaboró y participó, y seguro que esperan que en diciembre del 2007, gobierne quien gobierne, (esto no debería de politizarse), este acto se repita durante los próximos años. De la Cabalgata de Reyes hablaremos el año que viene, pues no estuvo a la altura. Faltan más carrozas y más motivación: Esperemos que colaboren colectivos como industriales, comerciantes, empresarios, h osteleros, sociedades deportivas, etcétera. Fuera como fuese, estas navidades en Laciana se montó el belén. Dony González Fernández (Villablino). Antonio Banderas es el «niño de nuestros ojos». Quién no disfrutó con sus hazañas de «El zorro» o en la infravalorada «El Guerrero Nº 13». Ahora bien como director, hizo allá por el 99 una pequeña maravilla titulada «Locos en Alabama», prot agonizada por su mujer, Melanie Grif-fith, y que curiosamente fue un film que casi se pierde en el olvido. Lo cierto es que en él demostró sus enormes cualidades como director, realizando una película apasionante y llena de fuerza. Para hacer su segunda película se vino a España comprando previamente los derechos de la novela de un amigo suyo, Antonio Soler, un poeta. El guión está dotado de una carga poética, a veces rozando la cursilería, y que se pasea por toda la película convirtiéndose ésta en escasamente taquillera. Y es que, aunque parezca de Perogrullo, no siempre de un buen libro se puede hacer una buena película. De hecho la experiencia viene a decir más bien lo contrario. En este caso además los lenguajes sonoros y visuales, no son parejos. El tono anda entre lo poético y lo onírico. La historia que se nos cuenta no es precisamente el «no va más» de la originalidad. Nuestros tiempos son precisamente para influir positivamente en la juventud y en los que pintamos ya canas. La sociedad civil debemos de pedir a nuestros líderes de opinión o a los que marcan tendencias en todos los sectores de la misma que nos enseñen modelos de personas coherentes, sencillas y de buen corazón. Me disgustó, en esos veinte minutos que pude verla, su estética de videoclip de lujo, rodada al estilo Holly-wood. Aparte está la historia tormentosa de jóvenes en donde se da un tratamiento bastante explícito del sexo con imágenes que prod ucen escalofríos y le dejan a uno bastante mal sabor de boca. Realmente la marca «Antonio Banderas» es el único reclamo. El resto: Guión, tono, protagonistas y la temática decepciona. Lo mejor: Sus primeros veinte minutos. A partir de aquí este que suscribe abandonó la sala de cine para su tranquilidad y su ejemplo fue seguido por la mayoría que se encontraban en dicho lugar. «El camino de los ingleses» de Banderas ofrece de principio a fin una visión demasiado pesimista, oscura y negativa de lo que son las relaciones humanas, sociales, de amor entre el mundo de los adultos y adolescentes. Para nada recomendable para almas selectas, sencillas de corazón, que miran la vida desde el prisma del verdadero amor y que quieren y desean para la humanidad un feliz 2007. José María Moncasi de Alvear (consultor de comunicación). La familia de don Pascual Santos Santos (q.e.p.d.), por este medio quiere agradecer a la Clínica Altollano, médicos, enfermeras, fisioterapéutas y demás pesronal, el trato recibido durante su ingreso. Siempre agradecidos. María de los Ángeles Llanos e hijos (La Bañeza). Alberto Ríos Mosteiro (Madrid; edición digital).

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