¡Qué grande es el fútbol!

Comienza el año 2007 y de nuevo, un año más decenas de miles de padres separados afrontan el futuro sin sus hijos y es seguro que a lo largo del año se incrementará de manera progresiva, porque esto no para. Esta carta intenta ser una llamada a la reflexión: En la mayoría de los países desarrollados se habla de custodia compartida como la manera más correcta para educar a los hijos de padres separados ( esto está avalado por multitud de estudios) y sólo en casos aislados se plantea la custodia monoparental, debido a que alguno de los progenitores no reúna las condiciones necesarias para ello. Aquí estamos terminando de andar el camino de la custodia monoparental y aunque en algunos foros ya se habla de la custodia compartida, aun es pronto para que se la trate con el respeto que el asunto merece. Ocurre algo parecido a la ley antitabaco, que se las prometía muy progresista pero a la hora de la verdad, no lo fue tanto debido a que se le dio más importancia a las presiones de los fumadores que al derecho del no fumador. En la custodia pasa lo mismo, se le da más importancia a quienes tienen el poder sobre los niños, o sea, quienes ostentan la custodia de los menores (93% madres) que a la necesidad de los menores de seguir teniendo padre y madre por igual. A favor de la custodia compartida se puede decir que en países como EE.UU., Canadá o países nórdicos es tan antigua, como nuestra constitución. También otro argumento que se debe tener en cuenta, es lo positiva que resulta para conciliar la vida laboral y familiar de las madres y para implicar a los padres en las responsabilidades familiares. José Antonio Panera Bermejo (León. Asociación SOS- Papá) De nuevo el señor Juan Vázquez sale al abordaje del Museo de León instalado en Pallarés sin demasiada información ni demasiado tino. Pues para ello se le ocurre la comparación nada menos que con el Guggenheim y atiende únicamente a baremos economicistas del tipo a tanto el metro cuadrado, como si de edil marbellí se tratara. Alguna diferencia le apunto para que reconsidere el tema incluso desde esa perspectiva: el Guggenheim no tiene colección propia (es una franquicia de la Fundación neoyorquina Solomon R. Guggenheim), la misma poco tiene que ver con la tierra vasca ni pertenece a sus ciudadanos. El caso del museo leonés es opuesto: se trata de un ingente Patrimonio que conforma una parte decisiva, propia y estable de nuestra identidad cultural. Dicho esto, repasemos las cuentas: del montante total (16'5 millones) el edificio sólo ha requerido 12'5 (con lo que el metro ya cuesta bastante menos, según el cálculo inmobiliario del señor Vázquez), a repartir entre lo que costó comprarlo (9 millones, que por cierto, volvieron a arcas públicas, de la Diputación provincial) y finalizar la obra (3'5, que sería la cifra real a comparar con los 89 millones que costó hacer el bilbaíno). El resto se debe una parte al montaje museográfico, apartado que en el Guggenheim se multiplica constantemente cada año, al tratarse de muestras temporales: pídales usted el presupuesto anual y compare con el nuestro, no hay color. Y otra parte a la restauración, transporte y tratamiento de las colecciones, algo que, por cierto, queda para siempre. Sigue su lista de inexactitudes: Pallarés no lleva más de trece años en obras para el Museo. Unas obras que ninguna relación tenían con el Museo se iniciaron en 1993 y se pararon en 1994. Pero el museo sólo tiene que ver con Pallarés desde diciembre de 2001 en que el Ministerio de Cultura adquirió el edificio. Las obras se reanudaron entonces, con otro signo, en el 2004 y acabaron a principios del 2006 (un año y medio escaso). La instalación museográfica se ha realizado en ocho meses, nada más (y nada menos). Y, por último, si repasa usted la inversión media por museo provincial en España (otro tipo de museos suelen ser, incluso, más costosos), se dará cuenta de que León no es un caso excepcional, salvo en haber sido de las últimas provincias en contar con un Museo como es debido. Hay quienes nunca están contentos. Pero de todas formas, todo depende, se ñor Vázquez, de qué entienda usted por «rentabilizar» un museo. Yo por mi parte, y creo que somos muchos, entiendo otra cosa, me temo. Luis Grau (director del Museo de León) Justina (Mansilla de las Mula).