Recuperar, y cuidar, el río

Promonumenta y los cangrejos sarnosos De un tiempo a esta parte vengo observando en una página web la epidemia de cangrejos que se ha instalado en la Asociación de Promonumenta. Me llama la atención el concepto de cangrejo sarnoso y tengo una duda: ¿los cangrejos contraen esta enfermedad? De ser así y dado que una de las opciones que tenemos los socios es aparentemente hacer proposiciones de hacenderas y otros trabajos, luego la junta directiva decide si merece la pena o no, influye mucho la inteligencia de quien hace la propuesta para ser atendida la misma. Pues bien, haciendo alarde de inteligente propongo a la junta directiva que para la próxima edición de la circular de actividades que suele salir con cierta frecuencia los trimestres convoque una hacendera de aquellas que se solían hacer, para descastar a la plaga del cangrejo sarnoso. Sinceramente no sé si es uno sólo o se trata de una epidemia, que supongo que puede estar haciendo mucho daño en los ríos y demás charcas de esta provincia. Sería muy importante poder descastar al agente causante del cangrejo sarnoso, tiñoso, envidioso y hasta amenazador. Qué poca inteligencia la de estos cangrejos. En espera de atender mi petición, reciba la junta un afectuoso saludo de este socio. Isidro Martínez Monje (León) El compromiso por la verdad es el alma de la justicia. Quien se compromete por la verdad debe rechazar la ley del más fuerte, que se basa en la mentira y que, en el ámbito nacional e internacional, tantas veces ha provocado tragedias en la historia del hombre. La mentira a menudo, se presenta con una apariencia de verdad, pero en realidad siempre es selectiva y tendenciosa, orientada egoístamente a instrumentalizar al hombre y en definitiva a anularlo. Sistemas políticos del pasado, pero no sólo del pasado, son un amargo ejemplo de ello. En el lado opuesto están la verdad y la veracidad, que llevan al encuentro del otro, a su reconocimiento y al acuerdo. Por su propio resplandor la verdad no puede dejar de difundirse, y el amor de lo verdadero, por su dinamismo intrínseco, está orientado totalmente a la comprensión imparcial y ecuánime, así como a la participación, no obstante cualquier dificultad. La experiencia confirma que, también en las relaciones internacionales, la búsqueda de la verdad logra individuar las diversidades hasta los matices más sutiles y sus correspondientes exigencias, y por eso mismo también los límites que se han de respetar y no sobrepasar, en la defensa de todo legítimo interés de las partes. Esta misma búsqueda de la verdad nos lleva, al mismo tiempo, a afirmar con fuerza lo que es común, lo que pertenece a la naturaleza misma de las personas, de cada pueblo y de cada cultura, y que debe ser respetado igualmente. Y cuando estos aspectos, distintos y complementarios (la diversidad y la igualdad) son conocidos y reconocidos, entonces los problemas pueden solucionarse y las discordias resolverse según justicia, entonces son posibles acuerdos profundos y verdaderos, duraderos. En cambio, cuando uno de ellos es desconocido o no es tomado en su debida consideración, entonces se produce la incomprensión, el enfrentamiento, la tentación de la violencia y del abuso del poder. Anatolio Calle Juárez (Navatejera). Antonio (León; edición digital).