la opinión del lector
Trampas en el Polígono X
De vez en cuando se puede leer que el Ayuntamiento de la ciudad de X se ha visto obligado, por sentencia, a indemnizar a una ciudadana —o ciudadano— con, pongamos, decenas de millares de euros. Cantidad con la que la autoridad judicial pondera la valoración del tratamiento por lesiones causadas a la persona en cuestión, y en percances tales como la caída por las escaleras de un parque, en uno de cuyos tramos faltaba un buen trozo de peldaño. Estado de cosas —sigo con el ejemplo— que había sido denunciado reiteradamente... Pues bien, aquí, en León, vamos a situarnos en la acera interior del Polígono X, paralela y pegada a la autovía, y que va desde la calle Pendón de Baeza a la curva de Carrefour. Andando por ese tránsito —que yo llamo «paseo de las acacias»—, a la altura aproximadamente de «La Crónica» hay, desde hace dos meses una boca de riego... sin tapa, —30 ó 35 centímetros de diámetro—. Alguien pensando piadosamente en el prójimo, colocó unos palillos de advertencia, unas varitas que emergieran del agujero, en el cuál resulta facilísimo romperse la crisma. Sobre la publicidad de la incidencia, denuncié el caso a dos operarios del Servicio de Aguas del Ayuntamiento, cuando trabajaban en uno de los parterres del polígono. Menos jurarlo por su honor, prometieron formalmente (y a lo mejor cumplieron) «dejar la notificación en el Servicio correspondiente» del Excelentísimo. Como quiera que están pasando los días y nadie se da por aludido, recurro a la amabilidad de su periódico para evitar, en lo posible, perjuicios personales. Y también quebrantos morales y pecuniarios al Excelentísimo que nos rige.