Felicidad y crisis

Al trasluz | eduardo aguirre

Germán Gonzáléz esculpirá hoy en nuestros corazones una conferencia sobre «La felicidad en tiempos de crisis». Y digo esculpirá porque el hermano de Amancio, artista ya tan nuestro como el frío, es precisamente lo que hace con sus libros acerca de la superación personal, la autoestima y demás herramientas para construir y construirse. Me cabe el honor de presentar esta tarde su intervención, en la Fundación Sierra Pambley, donde además nos hablará sobre la reedición de su conocido libro «Apriete el botón. El reconocimiento. Emociones que nos unen» .

Germán y su mujer, Ana María Liñares, se han recorrido España con sus cursos y conferencias para promover una concepción humana de las relaciones laborales, entendidas éstas como un camino en el que puedes aprender valiosas lecciones acerca de ti mismo y de los demás. Aunque no ciñe sus reflexiones únicamente al mundo del trabajo, sí le da gran importancia por entender que es el ámbito donde conceptos como éxito, fracaso, logros, reveses, confianza, miedo, etcétera, nos ponen cada día a prueba, y más en estos tiempos inciertos, cuando más que nunca debemos proclamar nuestra fe en la felicidad, en la propia y en la de los demás, pues no sólo la economía está a la deriva. Sí, del mismo modo que Amancio con sus esculturas nos enseña nuevas formas de percibir la existencia, Germán con sus dotes de comunicador, con su poética de la verdad, con su confianza en el pensamiento positivo, ilumina nuestros pesimismos y nos hace ser conscientes de todos aquellos valores que mantenemos ocultos en el interior de nuestras respectivas corazas. Unamuno propuso que los españoles saliéramos a buscar, en pacífica cruzada, la tumba de Don Quijote. Y este leonés nos ayuda a convivir con los molinos y gigantes que llevamos dentro.