No lo haga
Alguna vez ha querido hacer algo pero los demás le han desanimado a intentarlo? Lo típico que tiene una idea rondándole la cabeza, pero se lo cuenta a alguien, le parece una locura y usted lo descarta. Puede ser cambiar de trabajo, dejar una relación, montar en globo, apuntarse a clases de guitarra, etc. Por ejemplo, una persona que con cuarenta años piensa en estudiar aquello que deseó hacer con veinte, pero en su entorno le dicen que para qué se quiere meter en líos a estas alturas.
El mundo está lleno de personas frustradas porque, cuando han compartido su sueño con alguien, esa persona les ha hecho creer que estaban locas. Que ‘ten cuidado que igual te arrepientes’, que ‘vas a perder el tiempo’ y que ‘a ver si no te sale bien’. Así hablan los saboteadores de sueños, seguramente porque a ellos tampoco les dejaron soñar, y se han acostumbrado a malvivir dentro de su zona de confort. Que le quede claro: quien le dice que no puede es porque él también cree que no puede, y no concibe que los demás se atrevan, ¡podría ser peligroso! Y, ¿sabe qué es en realidad lo peligroso? Que se le pase la vida sin hacer lo que quiere hacer. Que un día mire atrás y haya perdido la cuenta de las ilusiones que se le quedaron en el camino. Se me ponen los pelos de punta pensando en tantas personas que dejan sus sueños en manos de los demás y que renuncian a lo que de verdad quieren sólo porque otro no lo aprueba.
Puede que al leer esto algo se remueva dentro de usted, que recuerde un sueño que no llegó a cumplir porque a alguien no le pareció bien. No pasa nada, celebre que se está dando cuenta. Siempre encontrará a alguien dispuesto a sabotearle un sueño. El problema no es que se lo encuentre, el problema es que le haga caso. Así que si hay algo que lleva tiempo pensando en hacer, si hay algo con lo que no se siente satisfecho y se plantea cambiarlo, si hay algo que siempre ha querido probar, y lo único que le frena son los comentarios de los demás, que sepa que la vida que está desperdiciando es la suya.
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