Diario de León

Publicado por
ANTONIO NÚÑEZ
León

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A sí le salen al rey Mohamed de Marruecos las putadinas que un mes sí y otro también le hace al Gobierno español a cuenta de Ceuta, Melilla, las pateras o la pesca del chicharro. Esta semana le ha tocado al Sáhara, donde ya no pintamos nada, pero que a los de izquierdas les cae simpático por antiguas consignas de partido y a los de derechas que hicieron la mili en la Legión por nostalgias de juventud. En definitiva, es casi un asunto interno.

A la distancia que dan el tiempo y los kilómetros uno opina que tampoco es para tanto. Aquello no pasa de ser un secarral infame sólo apto para dos variedades de cabras y cabritos: las de Mohamed y las indígenas, que llevan más de treinta años desmochándose la cornamenta. Por lo demás, hay más chivos en Vegacervera. Cuando servidor hizo la mili en Canarias, como quien dice a tiro de piedra y por eso el ejército español siguió allí hasta la «marcha verde», aquel territorio tenía una superficie equivalente a la mitad de nuestro país y una población de tribus no superior al cuarto de millón de paisanos, más o menos también la mitad del censo de la provincia de León. Con aquellas mimbres -"valga la metáfora-" Argelia y, a su espalda, la extinta Unión Soviética pretendían autodeterminar un estado independiente entre un vecindario tan disperso que ni se conocía ni se llevaba bien y a veces entre familias numerosas tampoco se hablaba. Francia y los americanos dijeron entonces que nones y los argelinos montaron el Frente Polisario (Por la Liberación del Sáhara y Río de Oro), cambiándoles a los saharaüis los camellos por vehículos todoterreno artillados con los que no vea usted la guerra que le dieron al moro del norte durante tres o cuatro años.

Ya de paso le prestaron al independista canario Antonio Cubillo una emisora en Radio Argel, con la que atronaba las ondas de las siete islas y hasta la octava de San Borondón. Las frecuencias eran interferidas y se tomaba nota de los mensajes. Aquello lo viví yo y se lo puedo jurar a Zapatero, que no ha hecho la mili.

Tantas fueron las cabronadas y bajas hechas por el Polisario a los españoles que los últimos militares en abandonar la zona nunca le perdonaron al gobernador coronel Gómez de Salazar el haber tenido un asistente polisario que se enteraba de todo y por eso los nuestros caían como moscas. Rubalcaba y Zapatero deberían desclasificar aquellos documentos y dejarse de perder el tiempo en pamplinas y autojustificaciones de monja. Si no se perdieron en los archivos de Madrid algún papelico debe de quedar aún en los de la segunda sección de Estado Mayor de la capitanía general de Canarias, Santa Cruz de Tenerife, plaza del general Weyler, según entras y escupes planta baja a la izquierda, no tiene pérdida. Gómez de Salazar acabó su carrera como general juzgando a los golpistas del 23-F. Otra chapuza.

Dicho todo esto para espantar los fantasmas de mala memoria histórica que se le aparecen en sueños a este Gobierno y a los titiriteros de la ceja y el «no a la guerra», tampoco es cuestión de darle toda la razón a Mohamed. Estados Unidos y Francia le siguen apoyando, como a su padre Hassán, del que también ha heredado las malas mañas. Se comprende que con un vecino enemigo íntimo, como Argelia por el éste, no quiera tener otro realquilado igual en el sur. Pero de ahí a cómo ha tratado el asunto del Sáhara con Rubalcaba va un abismo. Por lo menos en las formas. Cualquier recluta gallego veterano de El Aaiun, Ceuta o Melilla diría que nos mean encima y hay que decir que llueve, mi sargento.

El Sáhara no vale nada pero el islote de Perejil todavía menos y Aznar le paró los pies a Mohamed con ayuda de un amigo común, el gringo Bush, que no concebía una guerra entre aliados por dos docenas de cabras cuando él mismo tenía cinco mil vacas o más en su rancho de Texas. Algunos pensamos aún que de aquellos polvos vinieron luego los lodos del 11-M. Cosas más raras se vieron antes con Rubalcaba en tiempos de Felipe González-

Estas cuestiones deberían razonarse en los discursos políticos cuando los partidos parlamentan en el Parlamento, valga la redundancia, pero sólo hay propaganda y consignas estrafalarias de quita y pon para desnortados por el norte, el sur, a derecha e izquierda. Ya no digamos en el grupo mixto.

Dice mi señora que Sarkozy en la cama no le parece un tipo serio ni de fíar, ellas son así, aunque en política exterior es otra cosa y no hay nadie en África que le toque lo que usted ya sabe.

Respecto a Zapatero, le da la risa en todos los sentidos.

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