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De alegrías y penas
Demi Moore está ingresada «por abuso de sustancias» y Jaime de Marichalar podría haber encontrado el amor. Mientras tanto, la moda da que hablar.
La actriz Demi Moore.
Era de sobra conocido que la actriz estadounidense Demi Moore no pasaba por su mejor momento personal tras la reciente separación de su marido, el también actor Ashton Kutcher,. De él se decía que la había engañado con otras en repetidas ocasiones. Pero parece que la cosa está peor de lo que parecía. La protagonista de la mítica película Ghost está ingresada en un hospital de Los Ángeles «por abuso de sustancias», según relata la web TMZ.
Su representante se ha apresurado a apuntar que han sido el extremo cansancio y las últimas tensiones lo que han llevado a Moore a recibir cuidados médicos. Una explicación que choca con la versión de TMZ, según la cual la intérprete habría abusado de sustancias y eso habría provocado su búsqueda de ayuda profesional con el fin de tratar esta supuesta sobredosis.
¿Nuevo amor? Mucho mejor le va a Jaime de Marichalar. El exmarido de la infanta Elena ha sido visto en compañía de una joven rubia con la que ya se le había relacionado en otras ocasiones. Ha sido la revista Love la que ha publicado las imágenes del ex duque de Lugo en las que se le ve muy cómodo con esta compañía.
Miradas cómplices, caricias y mucha compenetración se vieron entre ambos durante una comida en uno de los locales de moda de la capital madrileña. Desde su separación de la infanta Elena, a Marichalar no se le había conocido ninguna relación sentimental y se ha dedicado a estar con sus amigos y con sus hijos, con los que pasa todo el tiempo que puede. Además, es un gran aficionado a la moda y es frecuente verle en algunos desfiles de diseñadores nacionales.
Amy inspira. Y hablando de moda, el modisto Jean-Paul Gaultier rindió ayer homenaje a la cantante londinense Amy Winehouse, a su música y a sus descubrimientos indumentarios, con un desfile de alta costura para el verano 2012 inspirado totalmente en ella. Repleto de color, de bordados de lujo, materiales exclusivos y osadías que solo la alta costura puede permitirse, la colección de Gaultier revistió con el estilo de Amy Winehouse la década de los ochenta del siglo pasado, evocación a su vez de los cincuenta y sesenta.
Un estilo en plena armonía con las tendencias que desde sus pasarelas vienen imponiendo el modisto francés.
El pelo cardado a lo Winehouse se tiñó de colores muy vivos, rosas, verdes o amarillos, también de negro, por supuesto, a juego o en contraste con el modelo que acompañaban, siempre sobre zapatos o sandalias con plataforma de tacón muy alto.