Los obispos vinculan el descenso de la natalidad con la desprotección del matrimonio

El descenso de nacimientos que sufre Europa tiene que ver, según los obispos, con la falta de protección al matrimonio. El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, arremetió ayer contra el matrimonio homosexual y aseguró que España ha dado un paso atrás al no garantizar por ley la especificidad de la unión conyugal entre «esposo y esposa, entre padre y madre».

Martínez Camino, que hizo estas declaraciones a propósito de la polémica protagonizada por el ministro del Interior, adujo que las leyes españolas son «gravemente injustas». «Hay una especie de destrucción del matrimonio por la vía legal; del matrimonio en su especificidad, como unión de un hombre y una mujer, que no es reconocido por la ley», lamentó el obispo.

El portavoz del episcopado no quiso enjuiciar el hecho que Fernandez Díaz, quien aseveró que las uniones gais «no garantizan la pervivencia de la especie», se quedó solo en el PP en sus críticas al matrimonio homosexual. Martínez Camino sí dijo que la ausencia de apoyo a la institución matrimonial es «clamorosa» en nuestro país.

La regulación del matrimonio plasmada en el 2005 por el Gobierno socialista en el Código Civil «es un retroceso en los derechos de gran calado», dijo el portavoz de los prelados. Asimismo, durante la comparecencia se puso de manifiesto que en el 2012 el número de seminaristas creció levemente, al pasar de de 1.278 a 1.307, lo que supone un aumento. A juicio del presidente de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades, Josep Àngel Sáiz Meneses, este ligero repunte obedece a la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud Madrid en Madrid en el 2012, así como al esfuerzo de las diócesis. Sáiz negó que el fenómeno tenga que ver con la crisis económica, a pesar de que una campaña de promoción para incentivar el sacerdocio entre la juventud aseguraba que era una de las pocas dedicaciones en que no había paro.