El Supremo avala las prospecciones petrolíferas
La empresa Repsol puede comenzar las prospecciones petrolíferas en los nueve puntos frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura para las que había pedido permiso. De hecho, la compañía tiene ya decidido dónde comenzará a taladrar el fondo marino, a más de 3.000 metros de profundidad, una vez que ayer el Tribunal Supremo desestimó los siete recursos presentados contra el decreto del Gobierno que autorizaba los sondeos.
La decisión de la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del alto tribunal pone así fin a 13 años de litigios, después que en 2001 el Ejecutivo de José María Aznar autorizó estas prospecciones.
Aquel acuerdo fue anulado en 2004 por el Supremo, dado que no existía la declaración de impacto ambiental.
El asunto se retomó en marzo de 2012, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy autorizó a Repsol a realizar las prospecciones que contemplaba el real decreto de 2001, siempre que estas superasen los estudios de impacto ambiental. A partir de ese momento, el asunto pasó a judicializarse con la presentación en el Tribunal Supremo de los recursos en contra por parte del Gobierno de Canarias, los cabildos insulares de Lanzarote y Fuerteventura, la Fundación César Manrique, Ecologistas en Acción-Ben Magec, WWF e Izquierda Unida.