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París expulsa al coche
La capital francesa prohibirá los vehículos diésel desde 2020 y anuncia un plan para convertir el centro de la ciudad en una zona semipeatonal.
Imagen de los Campos Elíseos de París iluminados con la decoración navideña.
La alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, anunció Ayer un plan para reducir la contaminación en la capital francesa que contempla prohibir la circulación por la de vehículos con combustible diésel a partir de 2020 y convertir el centro de la ciudad en una zona semipeatonal. «Quiero el fin del diésel en París en 2020 y, si es posible, más allá del periférico. Se trata de acelerar la transformación, con la participación del Estado. He comenzado erradicando en tres meses los vehículos diésel del parque móvil de la ciudad», declaró en una entrevista que publica Le Journal du Dimanche Hidalgo, nacida en Cádiz hace 55 años.
La alcaldesa de París se apoya en el abandono del coche, en general, por parte de los residentes en la capital francesa. «Actualmente, el 60% de los parisinos no tiene coche, mientras que en 2001 era el 40%. Va rápido», señaló Hidalgo en el semanal, que publica una encuesta elaborada por el instituto de sondeos Ifop que arroja que el 54% de residentes en París apoya la prohibición total de los vehículos diésel en la ciudad.
El pasado marzo, un pico de polución atmosférica obligó al consistorio a prohibir un día la circulación a vehículos con matrícula par, por primera vez en 17 años.
La alcaldesa quiere dotar a la ciudad de «ejes de circulación reservados a los vehículos limpios» de forma que arterias muy transitadas, como, la rue Rivoli o los Campos Elíseos, estarían reservadas sólo a automóviles «de ultra-bajas emisiones» contaminantes. «Al principio se hará de manera experimental», precisó Hidalgo, que también contempla reservar cuatro distritos del centro a los peatones y bicicletas, autobuses y taxis.
En paralelo, se doblará el número de kilómetros de pistas ciclables y se contribuirá al desarrollo de una red de bicicletas con motor eléctrico, que contará con una inversión de 100 millones de euros y se sumará al nutrido parque de bicis públicas convencionales de la capital, donde muchas calles ya han limitado la velocidad de circulación a 30 kilómetros hora.