Los padres del niño con difteria reniegan ahora de los antivacunas

El niño de 6 años que permanece ingresado en la UCI desde el sábado pasado en el hospital del Valle de Hebrón de Barcelona empieza a responder al tratamiento. La Generalitat informó ayer viernes que el pequeño continúa «muy grave», aunque está «respondiendo bien» a la medicación. Cada hora que pasa es decisiva en su evolución médica y por primera vez desde su ingreso hace una semana, las autoridades sanitarias se atrevieron a hacer un pronóstico sobre el estado del pequeño: «Creemos que saldrá adelante», afirmó el secretario de Salud Pública de la Generalitat, Anti Mateu.

Su situación en cualquier caso puede variar de manera imprevista, como consecuencia de la extrema gravedad de una enfermedad de la que no se producía ningún caso en España desde 1987. La duda que tienen los médicos que le atienden es si le quedarán secuelas de por vida. Y lo que más preocupa es su corazón, el órgano que al parecer ha podido resultar más dañado por la enfermedad.

Mateu relató ayer que en las últimas horas había podido hablar con los padres del menor, que viven en Olot (Gerona), y que están «destrozados», pues de alguna manera se sienten responsables de lo que le está pasando a su hijo, ya que fue suya la decisión de no vacunar al niño. «Son encantadores y tienen un profundo sentimiento de culpabilidad», añadió.

Responsables médicos del hospital Valle de Hebrón que se han desplazado estos días a la zona de Olot, donde vive la familia del niño ingresado, han podido comprobar que hay más de un niño no vacunado y que la militancia antivacuna es relativamente habitual por allí. Mateu señaló, no obstante, que los padres del menor afectado por la difteria le han trasladado que se sienten «engañados» por los grupos antivacuna, que creen que la mejor manera que tiene una persona para ser inmune a una enfermedad no es a través de las vacunas, sino padeciendo la propia patología.

Mensajes falsos

Según Mateu, los grupos antivacuna habrían convencido a los padres del niño a rechazar los programas de inmunización, a los que se somete el 95% de la población. Por esta razón, Mateu cargó contra estos grupos que promueven, a través de conferencias o en la red, una salud libre de vacunas e incluso plenteó la posibilidad de «perseguirlos de manera punible», pues a su juicio difunden mensajes falsos y generan confusión entre los padres a la hora de cumplir los calendarios de vacunación.

«Hay que buscar la parte positiva de lo que ha pasado y transmitir el mensaje de la importancia de las vacunas», afirmó el responsable de Salud Pública del Gobierno catalán.

Las autoridades sanitarias continúan buscando el foco del contagio. Están tomando muestras en el entorno del niño con el objetivo es determinar dónde se produjo la infección, aunque reconocen que será «difícil». Entre otros puntos, los responsables sanitarios investigan una piscina cubierta de Torelló, cerca de Olot, donde solía bañarse el niño.

La aparición de este caso de difteria en Gerona ha devuelto el debate sobre la conveniencia de las vacunas infantiles a la primer línea de actualidad desde que se conociese el caso de este niño el pasado sábado.