La crisis condena a uno de cada diez niños a sufrir pobreza crónica
Un estudio destaca la necesidad de dar ayudas a las familias con niños, como en la mayoría de la Unión Europea.
España es uno de los seis países de la Unión Europea que no tiene ninguna ayuda universal por hijos, una cuestión que es cosa de europeos del centro y del norte del continente. Solo Estonia y Lituania carecen de apoyo financiero para sus pequeños. Españoles, italianos, portugueses y griegos carecen de apoyos por parte de sus gobiernos. Una medida, que rebaja la pobreza infantil. «En Suecia, donde las ayudas son enormes, todos los niños son iguales porque tienen las mismas oportunidades», asevera Sara Ayllón, doctora en Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona. Esta especialista en la economía de la pobreza (como Esther Duflo, última premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales) cree fundamental la aplicación de este tipo de ayudas en España para intentar rebajar los altísimos índices de pobreza infantil.
Los cálculos
Ayllón considera que sería necesaria una cuantía de 2.500 euros al año por niño para situar la prevalencia de la pobreza infantil española por debajo de la media europea. Esto significaría que el presupuesto dedicado a la función ‘Familia e hijos’ debería multiplicarse por 1,4, según señala en el informe Infancia, pobreza y crisis económica . Este estudio, elaborado para la Obra Social La Caixa analiza la situación de la infancia española entre 2004 y 2012, donde se demuestra que el número de niños pobres ha aumentado: cuatro de cada diez se ha visto en este periodo afectado por la pobreza; una situación en la que están uno de cada tres pequeños españoles. Estos menores habitan en un hogar con dos padres y un hermano y donde solo entran al mes 1.264 euros; en el caso de las familias monoparentales, esa cifra desciende hasta los 782 euros mensuales. Unos datos similares a los que ofreció la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico hace una semana. El informe hace hincapié en la pobreza crónica. El informe asegura que uno de cada diez niños, cerca de 840.000, han vivido de forma constante durante cuatro años por debajo del umbral de la pobreza.