El tiempo despista a la naturaleza

Un enero atípico en León ha despistado a la naturaleza que ha adelantado mes y medio la floración y la actividad reproductora de algunos animales. La fauna y la flora leonesa creen que es primavera. No sólo por las suaves temperaturas sino por ser el mes de enero con una media de lluvia más alta de los últimos treinta años, según la Estación Meteorológica de la Virgen del Camino. Apenas ha habido heladas. La temperatura mínima más baja se registró el 16 de enero, con -4,9 º C, lejos de los -9,6 º C de un mes de enero en 2006. La media histórica más baja de este mes ronda los -7,8 ºC y los -9,6 º C. Todos los especialistas consultados por este periódico coinciden que León ha vivido un enero inusual. «El estado de la vegetación depende de la temperatura y de la lluvia. Es importante la temperatura que hace y cuándo la hace; de la misma manera es importante lo que llueve y cuándo lo llueve», explica el catedrático de Botánica de la Universidad de León, Ángel Penas. Y este mes de enero ha sido muy húmedo no sólo por la lluvia sino por la niebla. Durante los últimos treinta días han caído 94 litros de agua al mes, 30 litros más que la media de los treinta últimos principios de año en los que cayeron 61 litros.

Los especialistas en Botánica de la Universidad de León constatan un adelanto de la floración y niveles de pólenes superiores a otros meses de enero.

La doctora en Biología y profesora de Botánica de la Universidad de León, Sara del Río, ha estudiado las ‘variaciones climáticas’ en Castilla y León desde el año 1961. «Hasta el año 2006 el aumento de la temperatura es constante, con una media de 0,8ªC cada diez años y seguimos aumentando. Este enero, sin embargo, ha sido atípico en esta serie, y ha afectado puntualmente a la vegetación, aunque no podemos saber cómo afectará en un futuro». Del Río destaca que ya se ven en León numerosas plantas en flor como las margaritas o el diente de León que son más propias de finales de febrero. Las malvas, que florecen en marzo, han desplegado sus flores en enero, así como las verónicas, que ya están en flor. «Para que estos cambios permanezcan estables tendrían que pasar al menos 30 años consecutivos con las mismas condiciones climatológicas», asegura Del Río.

Los alérgicos al ciprés ya podrán notar los primeros síntomas. En el aire de León ya se han registrado algún día de enero 40 granos de polen de ciprés por metro cuadrado. «Lo normal en enero es que haya 10 granos. Los alérgicos a esta planta que no se acerquen mucho estos días porque en cuanto se pase la humedad van a aumentar las concentraciones», explica Rosa María Valencia, del área de Botánica de la Universidad de León. El doctor en Biología y Botánica de la ULE, David Ríos Cornejo, acaba de presentar su tesis doctoral sobre las Variaciones climáticas y su posible influencia en España. Cornejo destaca que las migraciones de los animales «están muy relacionados con el estado de desarrollo de la vegetación».

Gabriel Alegre es agricultor ecológico de cultivos sensibles a las variaciones del tiempo, como alubias, patatas y hortalizas. «Ahora deberíamos tener un tiempo frío y seco, pero está resultado todo lo contrario, por lo que la capacidad de campo está superada». Los campos están encharcados. «El suelo no tiene resistencia al ser pisado y las raíces de las plantas están en condiciones extremas de humedad, más propias de primavera y de otoño que de invierno». No se puede recolectar cultivos. «Hay muchos campos sin recoger porque no se pueden hacer las labores. Tampoco se pueden hacer labores de preparación del terreno para los cultivos de primavera». Los frutales y algunos cultivos necesitan pasar frío para florecer, lo que recibe el nombre de vernalización. «La ausencia de heladas suele incrementar las poblaciones de insectos y de roedores y si el frío se retrasa, algunos cultivos posponen la entrada en reposo, gastando parte de sus reservas energéticas, que luego van a necesitar en la floración y brotación», explica Fernando González Andrés, ingeniero agrónomo y profesor titular de la ULE.

El tiempo también ha engañado a los animales. El presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomo, asegura que los plantígrados de la Cordillera Cantábrica ya no hibernan. «Hemos hecho un seguimiento de osas con crías y permanecen activas con sus oseznos porque hay frutos a su alcance que les aportan energía. Algunos osos están muy gordos».

El experto de la Facultad de Biología, Luis Felipe Valladares, atribuye la alternación de la temperatura al cambio climático. «Las altas temperaturas hacen que hacen que osos pardos y tejones estén más activos, cuando lo normal es que salgan en primavera cuando hay más vegetación». Valladares también pone el acento en los topillos. «Con inviernos fríos, secos y con heladas no hay topillos en primavera». Los insectos también modifican sus costumbres. «En el sur de León están apareciendo especies de mariposas como la libélula grande, como la Anax parthenope, que son propias del centro y el sur de la península. No hay seguridad de que se reproduzcan, pero sí están apareciendo».

El nivel sostenible de nieve en León ha subido 200 metros desde los años 60. El catedrático de Física Aplicada de la Universidad de León, José Luis Sánchez, asegura que la modificación de la cota estable de nieve modifica no sólo la fauna y la flora sino la economía de una zona. «Las estaciones de esquí que no tengan una cota estable en los 1.900 metros serán difícilmente sostenibles en el futuro». Los problemas no sólo los tiene León sino toda la Cordillera Cantábrica. «Las administraciones deberían tener planificado estos cambios».

El retraso de la caída de las hojas del plátano de sombra, 8.000 ejemplares de León, la aparición de plantas de flor como el pensamiento (que están con su colorido en Santo Domingo y San Marcos) que no deberían florecer hasta primavera, el desborre de las yemas de los árboles, a punto de despuntar, el color del césped, que apenas a tenido un periodo de latencia, y la previsión de aumento de plagas en primavera, como los pulgones, son sólo una muestra de lo que se detecta en los jardines de León, según el especialista del Ayuntamiento, Antonio Ugidos. «Este año será problemático para el control de insectos y hongos en las plantas».