León exporta solidaridad
Una docena de leoneses utilizarán sus vacaciones este año para viajar a países del tercer mundo y realizar labores humanitarias. Cuatro cooperantes de León cuentan sus trabajos en Tanzania, Ecuador, Guatemala y el Sáhara, donde faltan manos.
carmen Tapia | león
Todas las manos son pocas en los quirófanos de los países del tercer mundo. Tanzania, Ecuador, Guatemala y el desierto del Sáhara son algunos de los destinos elegidos por los profesionales sanitarios de León para entrar en los empobrecidos hospitales de barrios en los que faltan los productos más básicos. En algunos no hay ni agua corriente.
Una docena de leoneses utilizarán este año sus vacaciones para realizar labores humanitarias, según el cálculo que hace la coordinadora de oenegés de León, según Tamara Cabezas, que advierte que no todas viajan a través de experiencias organizadas por las oenegedés. «Hay voluntarios que marchan con otras asociaciones o por su cuenta».
Rebeca Franco es enfermera del Hospital de León. Ha viajado a Ecuador y Guatemala con Enfermeras por el Mundo, organización dedicada a la educación para el desarrollo. Tras un proceso de selección y formación, la oenegé la envió a la Asociación Santa Marta, en un poblado indígena «tan pobre, que teníamos la misión de enseñarles cómo lavarse las manos y los dientes. Cuidados básicos antes de ir al centro de salud. Formábamos a las madres». En Guatemala enseñó a las familias la necesidad de hervir el agua para evitar infecciones, dentro de un programa de potabilización».
Francisco Campanario, urólogo del Hospital de León, ha viajado dos veces a Nicaragua y una a Bolivia. «En Nicaragua operamos a 60 personas. Formé parte de un programa que lleva años llevando a urólogos de diferentes partes de España. Estuvimos 6 días en Chinandega y nos dedicamos a operar casos que ellos había preseleccionado». El viaje a Bolivia fue gestionado por la Asociación Castellano y Leonesa de Urología, en colaboración con la Fundación Hombres Nuevos, presidida por Nicolás Castellanos. «Atendimos sobre todo patología oncológica urinaria, problemas prostáticos y suelo pélvico. Atendí a un paciente que llevaba siete años con una herida por arma de fuego en el pubis. El material que utilizábamos era el que había disponible y alguno que llevábamos nosotros desde aquí».
La enfermera Ana María Álvarez pertenece a la Fundación Valenciana NED (Neurología, Educación y Desarrollo), con la que ha viajado a la isla de Zamzibar, en Tanzania para operar hidrocefalias, «una patología sencilla de operar con técnicas que allí no tienen y se mueren».