Diario de León

Refuerzos para evitar las drogas

Crece el abuso de drogas entre los jóvenes. Castilla y León unifica por primera vez el presupuesto en el programa Indícale de Proyecto Hombre con una subvención de 70.000 euros para ‘cortar’ el consumo de estupefacientes.

Los meses de verano disparan el consumo de drogas. JESÚS F. SALVADORES

Los meses de verano disparan el consumo de drogas. JESÚS F. SALVADORES

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carmen Tapia | león

«Crece el abuso de drogas entre los jóvenes y eso nos preocupa». El director de Proyecto Hombre, Jorge Juan Peña, acaba de firmar un acuerdo con la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades para concentrar en el programa de prevención Indícale todas las ayudas que recibe la asociación de la institución autonómica. 70.000 euros que irán destinados íntegramente a tratar a los adolescentes que tienen entre 14 y 21 años y que «abusan» de las drogas «aunque todavía no se les puede valorar como drogadictos porque no lo son». Todas las provincias de Castilla y León tendrán el mismo criterio de funcionamiento. El objetivo es ‘cortar’ cuanto antes los comas etílicos, los porros, y, aunque el consumo es menor, las pastillas para ‘colocarse’.

Proyecto Hombre prevé duplicar este año el número de jóvenes atendidos en este programa de prevención. En lo que va de año ya han llegado al centro 55 jóvenes, seis más que en todo el 2015, en el que se atendieron a 49 adolescentes. La previsión es que la puesta en marcha de este proyecto llegue a un centenar de jóvenes al año.

La terapia será gratuita para los jóvenes y sus familias, que se convierten en el punto de apoyo principal tanto para los psicólogos de Proyecto Hombre como para sus hijos.

El proyecto, que también recibe 6.000 euros de la Diputación y el Ayuntamiento de Ponferrada, se extenderá por primera vez a más pueblos de la provincia como Cacabelos, La Bañeza y Bembibre. En el municipio de León es el Ayuntamiento el responsable de este programa, desvinculado de Proyecto Hombre.

«Todas las alertas están puestas en el aumento del consumo del cannabis», explica Jorge Juan Peña. Más del 50% de los jóvenes que participan en las terapias fuman porros. «Es un riesgo no percibido. Hay sectores de la sociedad que están mandando mensajes que no están comprobados científicamente con respecto a los supuestos beneficios del cannabis, pero lo cierto es que estos chicos se vuelven agresivos, algunos tienen paranoias, son rebeldes, no respetan las normas y son una fuente continua de conflictos», alerta Peña. «Los padres no saben cómo manejar esa situación y para nosotros se convierten en una herramienta fundamental en las terapias».

El 90% de los jóvenes que llegan a Proyecto Hombre han probado el cannabis y el 70% reconoce haber abusado de su consumo. «Nos llamó mucho la atención de que nadie pedía ayuda por el consumo de cannabis porque no lo perciben como un problema».

Déficit de Atención

El programa Indícale incluye la detección del Trastorno de Déficit de Atención (TDH) una alteración del desarrollo neurológico caracterizado por una falta de atención, hiperactividad e impulsividad. «Muchos de los jóvenes que llegan con problemas de drogas tienen este trastorno y consumen porque se sienten más relajados. En ese caso buscamos más apoyos».

La mayoría de los jóvenes que llegan a Proyecto Hombre por sus problemas con las drogas tienen entre 14 y 16 años. «Pensamos que cuanto antes se empiece en la terapia mejores serán los resultados».

Programa pionero en el Bierzo

El aumento del consumo de cannabis ha llevado a Proyecto Hombre a poner en marcha en León otro proyecto alternativo pionero en España. El S-Kapate ha comenzado con cinco personas (3 adultos y dos jóvenes) con adicción al cannabis. Proyecto Hombre atiende así a una necesidad ante el aumento del consumo, según las conclusiones del informe 2015 del Observatorio Proyecto Hombre que pone de manifiesto que el perfil de la persona que acude a esta asociación para tratar sus adicciones es el de un hombre (en el 85% de los casos), de 37 años, con empleo (68,7%) y soltero (60%).

El alcohol (38,9%) y la cocaína (30,8 %) son las sustancias principales por las que estas personas demandan tratamiento —suponen el 69,7% de las admisiones en Proyecto Hombre— y el cannabis es la tercera sustancia (11,4%), mientras que el policonsumo supone el 11,5% y los opiáceos significan una parte muy pequeña (4,2 %). El perfil de los consumidores varía en función de la sustancia. En cuanto al alcohol, la edad media de inicio en el consumo es de 15 años, la de comienzo del tratamiento los 44, suele ser una persona que convive con su familia y hay un mayor porcentaje de desempleados.

Pese a los datos, Peña no es pesimista. «La mayoría de los jóvenes son gente sana, pero tenemos que prevenir que haya cada vez más que caigan en las drogas. Tenemos que desmitificar ideas sobre el cannabis y prestarle atención».

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