Diario de León

Burbujas de calidad y alta distinción social

Codorníu lanza la serie Ars Collecta de exclusivos cavas de paraje, entre ellos el sublime ‘456’, el más caro del mundo.

El Celler Jaume, en el que Josep Raventós elaboró en 1872 sus primeros espumosos, es la cuna de Ars Collecta. B. FERNÁNDEZ

El Celler Jaume, en el que Josep Raventós elaboró en 1872 sus primeros espumosos, es la cuna de Ars Collecta. B. FERNÁNDEZ

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León

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B. Fernández | Barcelona

Colección de arte... o el arte de la recolección. Ars Collecta, el nombre en latín elegido por Codorníu para identificar su primera serie de cavas de paraje y para distinguir entre ellos al cava más caro del mundo, es un «homenaje al amor por lo bien hecho con un toque de locura y genialidad mediterránea».

La empresa familiar más antigua del país, segunda por volumen de producción de cava —sus más de tres mil hectáreas de viñedo son el equivalente en superficie a todo el Bierzo vitícola—, se consolida en la vanguardia de la innovación y la calidad en la elaboración. Es un proyecto de hace más años, pero fue hace diez cuando Javier Pagés, director general del grupo Codorníu Raventós, y el equipo de enología liderado por Arthur O´Connor llevaron a cabo una exhaustiva clasificación de viñedos, identificando algunos de sus parajes como extraordinarios, diferenciadores y dignos de ser aprovechados para la elaboración de cavas realmente excepcionales. Un trabajo tan cabal no merecía menos en el laboratorio y la gran casa de Sant Sadurní d’Anoia, siempre apoyada en las investigaciones del enólogo Bruno Colomer y sus técnicos, rehabilitó para ello el emblemático Celler Jaume, la zona de la bodega en la que Josep Raventós elaboró en 1872 sus primeras botellas de espumoso por el método que luego sería tradicional.

Ars Collecta nace de tres viñedos excepcionales, tres parajes de tres zonas climáticas distintas, con suelos distintos y de tres variedades también distintas, pero con mucha personalidad: las fincas La Fideuera (Xarel’lo), La Pleta (Chardonnay) y El Tros Nou (Pinot Noir). Los tres cavas de finca, que serán calificados como de paraje próximamente, tienen una producción muy limitada en su primera edición —son de la vendimia 2007 y acumulan casi cien meses de crianza— de 300 unidades y salen al mercado al precio de 80 euros, sabiendo que son objeto de deseo de coleccionistas. El 456 —la marca hace referencia al número de vendimias hasta esa de 2007— es el coupage más sublime de estas tres fincas (175 euros lo convierten en el más caro del mundo). El Jaume Codorníu Gran Reserva, que cierra la colección, es un homenaje a su origen y de edición limitada, y nace de un selecto coupage de esas tres mismas variedades y parajes. Uno y otros son para quienes el cava, como el champagne, no sólo es una cuestión de buen gusto, sino de precio... como notoria referencia de distinción social.

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