Sin Dios, pero...

Cerca de la vieja Estación Pecuaria Provincial, aquella que tenía jatos sementales de mil kilos y cerdas Landrace que tumbadas parecían de cinemascope por lo largas con sus treinta arrobas y sus dos orondas hileras de tetas, en ese pago urbano que hoy conocemos como La Granja, y en uno de los bajos comerciales tapiados que son la norma en todos los edificios que brotaron ahí en el fulgor de la burbuja aquella, he visto una pintada de las que no se borran por abulia o no gastar o porque en este caso a nadie ofende y brinda risa coja a la escasa población jubileta que deambula por eso que ayer era arrabal, ejido de praos y cuadras... por lo demás, es pintada chica, no esparabán ni pinturera, a sólo una tinta, spray negro en pared blanca... y va y dice bien claro: «Sin Dios ni amos», que al ir en mayúsculas permitió al firmante meter la A en redondel rubricando así su fe anarquista, ácrata, libertaria o lo que le meta cada cual a ese logo icono.

Pero vino después otro que, con otra caligrafía y tinta azul, se vio en el derecho de poner al pie su opinión al respecto, con lo que ahora esa pintada replicada se lee así: «Sin Dios ni amos... pero con padres»... ¡¡?!!... ¿qué quiere decir exactamente?...

Pues que nadie conoce a Dios, ni al amo real, pero sí a los padres, en ellos se puede creer, son certeza, son la pensión y compasión a que acudir, dijo Octavito; y si Dios y los amos son desconocidos, lo que quiso decir el grafitero es «pero con padres conocidos», ciertos, pues hoy arrasa en ventas un barato test de paternidad y eso es porque muchos andan en sospechas razonables... y Peláez, a lo suyo, a lo que dicen todos: «al final, lo único que se tiene es la familia»... Octavito replica: pues mira cómo se matan, sea por tener mucho dinero, por no tenerlo o por engañarse... y como la paja mental crecía, Sócrates atajó: ¿dice sin Dios?... Dios es el dinero... los amos son hoy unas siglas... y los padres por sus hijos ¡ma-tan!... así que el hombre jamás escapará de su destino de guerra, el mundo no cambiará... y aún falta un pleito nuclear... con lo que toda la culpa es de los padres, ni lo dudéis.