Diario de León

«La historia siempre tiene nombre de persona»

Aragonés, gestor cultural y fotoeditor, Joaquín D. Gasca es el artífice de la recuperación del archivo de Agustí Centelles, el fotógrafo valenciano que documentó la retaguardia republicana durante la Guerra Civil. Ahora, se propone poner en marcha un proyecto sobre la España Vaciada. Una de las primeras metas es la documentación de un fondo fotográfico de Astorga que hasta ahora estaba desaparecido

León

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Joaquín D. Gasca, periodista, gestor cultural y escritor, fue el fotoeditor de la exposición Campo de Internamiento de Bram, dedicada a los campos de internamiento que Francia abrió para ‘ordenar’ el exilio de los republicanos españoles al finalizar la guerra civil española. El fotógrafo Agustí Centelles realizó un amplio reportaje de la vida en este campo desde marzo a septiembre de 1939. Ahora ha comenzado a realizar un proyecto sobre la España vaciada que tendrá su punto de partida en León. El objetivo es editar varios libros sobre despoblación y en las primeras escalas está la compra y documentación de una serie de fotografías perdidas de Astorga que serán donadas al Instituto Leonés de Cultura. Ahora nos explica cómo ha localizado unas fotografías aéreas de Astorga, datadas a finales del siglo XIX y el primer decenio del XX en Estados Unidos.

—Usted es un apasionado de la fotografía como relato histórico de primer magnitud.

—Tanto mi hermano Antón Gasca como yo participamos en diferentes proyectos documentales sobre las colecciones fotográficas que vamos adquiriendo. Por ejemplo, Antón localizó en Hong Kong un libro de negativos Leica con un reportaje de unas seiscientas fotografías inéditas sobre la vida de los soldados británicos en Akrotiri, una base militar en Chipre, en 1955. Muchas de sus fotografías, la vida de los soldados en el campamento, tienen un paralelismo con las que hizo Centelles en Bram en 1939. La ventaja del ánonimo fotógrafo británico de Akrotiri es que documentó el índice registro del álbum. En el mismo, encontramos una serie de negativos en color que corresponden a la boda de uno de aquellos soldados, que se puede datar hacia el año 1970. Todas estas fotos están digitalizadas a alta resolución. Otro ejemplo, es la caja de diapositivas Leica, adquirida en Estados Unidos. En ella encontramos ciento cincuenta diapositivas Leica (con marco metálico), que relatan el viaje de dos soldados norteamericanos que realizaron también en esta época, 1955, por Europa (Berlín, el Rin, Amsterdam y Londres).

También hemos digitalizado y recuperado el color de las diapositivas, a pesar de tener 65 años. Otro proyecto ha sido la recuperación de la colección Ingersoll sobre Tierra Santa (en concreto es la serie 500), cien tarjetas estereoscópicas datadas del año 1904. El libro documentado, que incluye la documentación original, incluye citas de viajeros que viajaron a Israel en 1900. No tiene nada que ver con las actuales imágenes. Hemos aportado mapas históricos, convirtiendo esta serie en una obra transversal para todos, sean o no creyentes. Seguimos adquiriendo colecciones, que van desde los jardines británicos, a la colección museística del Reich alemán sobre escultura, o una nueva colección de la vida cotidiana en Japón en 1915. Como se aprecia, seguimos trabajando, no solo en la recuperación fotográfica en sí, también en la documentación. A veces, cada uno de nosotros, nos centramos en un campo concreto; por ejemplo, a Antón se le ha metido en la cabeza recuperar una obra sobre el Canal de Panamá de 1915 en inglés junto con su versión en español años después, que pretende acompañar con una imágenes espléndidas en blanco y negro sobre Panamá, en especial las puestas de sol, que casualmente quiere acompañar con otro álbum de un marinero y un soldado estadounidense desplazados a Panamá en 1940 (cien fotografías).

«Crearemos una serie de libros, tanto en formato impreso como digital de una serie de imágenes poco conocidas de la España vaciada, y los primeros estarán dedicados a León»

—¿Cómo encontraron las imágenes de Astorga? ¿Fue en Estados Unidos verdad?

— En cuanto a las imágenes aéreas de Astorga, pude comprobar que casi todos los encuadres corresponden a las fotografías publicadas en la Enciclopedia España Calpe a principios del siglo pasado; además, he encontrado otros materiales gráficos sobre el seminario de Astorga y el viaje de los seminaristas al Congreso Eucarístico de Barcelona en 1952, obra de José Nieto.

—¿Qué uso hará de estas fotografías?

—Con motivo del nombramiento de Rogelio Blanco Martínez como leonés del año hemos decidido regalarle estas copias para que él gestione su integración en los fondos públicos en León. Es una forma de devolver la imagen a las instituciones locales, aunque sea figurativamente, y divulgarlas como parte de su propia historia. Por supuesto, las imágenes están digitalizadas en alta resolución.

—¿Sigue involucrado con el llamado archivo Centelles?

—Tuve ocasión de conocer a Agustí Centelles en 1982, le visité en varias ocasiones en su estudio barcelonés, años más tarde, en 1986, sus herederos colaboraron en la primera exposición de fotografías de la guerra de España que comisarié. En aquel momento UGT de Cataluña se planteó la posible adquisición del llamado «archivo Centelles», como así consta en un documento original que próximamente donaré al Centro Documental de la Memoria Histórica.

—¿Qué opina de la polémica que despertó la venta del archivo Centelles a la administración central?

—La polémica es un esperpento. Viví en primera persona como el Ayuntamiento de Barcelona estaba interesado en la compra de este archivo, para donarlo después. Pero la administración catalana quería lograr una compra a la baja, con un intento de expolio a sus propietarios . No se quedó en Cataluña por cabezonería política, y al final 700.000 euros era un precio ajustado debido a que hasta la época, la labor de los fotógrafos no ha sido valorada y en el caso de valorarse solo se hace para poder ser donada. Sí le puedo informar de lo que hemos hecho Antón y yo. Solicitamos a Octavi, uno de los hijos de Centelles, acceso a su colección particular, y hemos logrado durante casi una década, revisar miles y miles de páginas de periódicos y revistas locales, nacionales, europeas y mundiales, y confeccionar una relación de casi 2.000 referencias (medio, fecha y epígrafe) de la publicación en prensa y revista de estas imágenes. Nadie antes lo ha hecho. Y es más, si analizamos todos los catálogos publicados sobre Centelles encontraremos falta de documentación que suele sustituirse por el conocido Circa. También hemos depurado el archivo Centelles, puesto que él adquirió fotografías de otros fotógrafos, y la ignorancia documental ha atribuido a Centelles fotografías firmadas en la prensa local por otros fotógrafos.

—¿Y en cuanto a la biografía publicada sobre Centelles?

—Ha existido una apropiación intelectual de Centelles, más bien una fagocitación por parte de cierto establisment intelectual catalán, y han creado un Capa catalán, pero se han olvidado de documentarlo. ¡Si tan solo pudieran desgranar los documentos aportados por Centelles, qué sorpresas se llevarían! Existe una biografía ‘oficial y oficialista’, y otra basada en los documentos y en la realidad. También puedo informar de que nos hemos centrado en identificar en lo posible a los personajes fotografiados, y, como ya son personas mayores o fallecidas, ha sido un placer coincidir con algunos de estos sobrevivientes. No hay que olvidar que la historia tiene nombre de persona. Y para finalizar, Centelles realizó en 1978 un libro de imágenes documentado por un amigo historiador, Eduard Pons Prades. Pues bien hemos revisado y actualizado una nueva versión de esta obra, corrigiendo varias cosas: en primer lugar datar exactamente la imagen, puesto que aparecen desordenadas y clasificada por temas; en segundo lugar, corregir la identificación de muchos personajes, puesto que la memoria y las prisas de la época jugaron algunas malas pasadas; y tercero, corregir los defectos de edición de 1978 (casualmente Antón trabajaba en una editorial especializada e identificó estos errores). Vamos, que puede decirse que hemos dado la vuelta a la historia del archivo Centelles, y en lo que podamos dejamos documentación y pistas a seguir por futuros investigadores. Ha sido una importante labor durante años, pero no la única. Ahora toca descubrir, recuperar y divulgar nuevas colecciones. En esto estamos… ahora toca Astorga. En un próximo futuro crearemos una serie de libros, tanto en formato impreso como digital de una serie de imágenes poco conocidas de la España «vaciada», los primeros títulos estarán dedicados a León.

—¿Cómo encontraron estas fotografías perdidas?

—Tenemos un software para hacer búsquedas de material fotográfico relacionado con historia y etnografía de España.

—¿Tienen algún proyecto concreto para la provincia?

—Ahora estamos trabajando en un proyecto sobre la España «vaciada», hemos tomado como referencia León, hubiera sido muy fácil para mí, por mis orígenes que reivindico de manera constante, hacerlo sobre Teruel, nunca he renunciado a mi vínculos familiares calandinos. Al hacer búsquedas sobre León, el soft nos localizó este lote de negativos, que me pareció interesante, un negativo de los años 20 puede tener un precio aproximado de 70 euros, rápidamente adquirimos este lote de diez negativos, también hemos localizado y adquirido un lote de positivos del fotógrafo astorgano José Bueno, hizo un amplio reportaje sobre el viaje de los seminaristas de Astorga a Barcelona, con motivo del Congreso Eucarístico Internacional de 1952, este material en positivo y un amplio lote de negativos en gran formato de una serie de postales de época nos llegará en pocas semanas, cuando acabe el confinamiento.

—¿Cómo será el protocolo de documentación?

—Hemos solicitado la colaboración del antropólogo y filósofo Rogelio Blanco Martínez para que nos ayude a documentar y catalogar este material recuperado. Pensamos que debería ser expuesto para el disfrute de todos los astorganos, y vamos a sugerir que una copia digital de todo este material se difunda desde las instituciones culturales leonesas. Creo firmemente que sin pasado no hay futuro, una herramienta para recuperar nuestro pasado son las imágenes dibujadas con luz, las fotografías.

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