Los rectores critican la caída de los ingresos de la universidad pública

La mayor aportación al sistema universitario se produce desde el sector público, mientras que la del privado (docencia e investigación) es «reducida» y su tendencia es «a la baja», según explicó en rueda de prensa el director del Servicio de Estudios de la Crue, Miguel Ángel Quintanilla. Así, de cada 100 pesetas, 10,5 provienen de los alumnos, frente a las casi 12 pesetas que aportaban los estudiantes en 1998, por el descenso del número de alumnos y la «racionalización» por parte de éstos de su vida académica. «Se matriculan en menos asignaturas si ven que no pueden con ellas y van a suspender», dijo Quintanilla. Sin embargo, el análisis hecho público hoy en Madrid remarca las diferencias habidas en este sentido entre las comunidades autónomas, además de las resultantes entre la segunda y la tercera matrícula. Así, el director de Estudios de la Crue añadió que el sistema universitario tiene una carga financiera de casi 1,5 pesetas, mientras que en 1994 era cero. Por otro lado, la profesora de la Universidad Carlos III de Madrid y autora, entre otros, del análisis María Jesús San Segundo destacó el déficit existente en ayudas al estudio, puesto que el número de becarios descendió de 16,83 por ciento a 15,49, entre 1998 y 2000, frente al 40 por ciento de alumnos con beca de la media de la Unión Europea. En el año 2000, sólo el 3,54 por ciento de estudiantes recibió ayudas compensatorias y de movilidad --menos del 10 por ciento de alumnos estudia en una autonomía diferente a la de origen--, cifra que San Segundo tildó de «significativa», puesto que tendría que cambiar para que el sistema avanzara. «Me temo que esto sugiere que la política de becas puede estar frenando que accedan personas al sistema», manifestó. También la productividad científica mundial de los investigadores españolas ha sufrido variaciones a la alta, puesto que en diez años ha pasado del 1,5 por ciento al 2,6 por ciento, según el presidente de la Crue, Saturnino de la Plaza. Finalmente, estos expertos concluyeron que la universidad española está «insuficientemente financiada», por lo que si la tendencia no cambia habrá un «agotamiento» del sistema y un mayor distanciamento con la Unión Europea. «La universidad sigue con déficit financiero», dijo De la Plaza, que aconsejó «llegar a un marco de financiación pública estable». Así, la preocupación de los centros de enseñanza universitaria pública española se centran en que «pierde prioridad la política de financiación de la universidad», puesto que el porcentaje dedicado a ella es menor, y que el gasto por alumno no crece en la misma proporción que el de la UE. Respuesta del Gobierno El secretario de Estado de Universidades, Julio Iglesias de Ussel, aseguró que el montante de ayudas al estudio en la enseñanza superior ha crecido en los dos últimos años en 84,14 millones de euros. Además, apuntó que el número de beneficiarios de becas en el ámbito universitario se ha incrementado un 5%, a pesar de que el alumnado ha descendido en la misma proporción. A su entender, el hecho de que la cobertura de becas sea inferior en España a la vigente en Europa obedece en parte a la proliferación de universidades públicas en todo el país, circunstancia que desincentiva la movilidad estudiantil. Castilla y León, en la cola Navarra, Cantabria, Asturias y Castilla y León son las Comunidades Autónomas donde más ha descendido el número de alumnos matriculados en los últimos cuatro años, siendo las áreas de Humanidades y Experimentales en las que el descenso ha sido mayor. Sin embargo, la universidad pública sigue ganando en número de alumnos a la privada, en todas las Comunidades Autónomas del país.