Una trabajadora reconoce que fue ella quien se desizo de unas 7.000 fichas para hacer limpieza
Descubren tirados miles de informes médicos confidenciales
Varios miles de expedientes médicos, con datos confidenciales de pacientes, fueron hallados la semana pasada en dos cajas de cartón con el logotipo de
Según descubrió la emisora local Fuengirola Televisión, en los partes médicos abandonados en plena calle aparecen informaciones confidenciales sobre historiales médicos de pacientes que fueron atendidos entre 1997 y 1999 en este ambulatorio que pertenece de la Junta de Andalucía. El hecho se agrava si se tiene en cuenta que entre las miles de informaciones contenidas en las dos cajas halladas en la vía pública hay datos sobre enfermedades mentales, adicciones a las drogas o antecedentes familiares de pacientes descritos al detalle con sus nombres y apellidos, direcciones, teléfonos y documentos de identidad. Entre la documentación también se incluyen partes médicos de especialidades como Pediatría, Ginecología, Medicina Interna y Salud Mental. Se distinguen igualmente entre los miles de papeles copias supuestamente dirigidas especialistas, pacientes y a otros centros médicos que, como se ha podido comprobar, nunca llegaron a su destino. Las autoridades y vecinos de la zona se encuentran indignados por este descubrimiento y no entienden cómo puede ser posible que información personal y secreta no se archive cuidadosamente y se tire junto a un centro médico, en cajas perfectamente identificables para cualquier curioso al tener el distintivo del SAS. Ayer, horas después de que el incidente saltara a la luz pública, el delegado provincial de Salud, José Luis Marcos, desveló que las pesquisas de los responsables del centro habían dado fruto, pues se había localizado a la trabajadora del ambulatorio de Los Boliches que tiró las fichas, unos 7.000 expedientes, según los cálculos de la administración autonómica. La mujer aseguró que decidió deshacerse de los documentos para hacer limpieza. Marco dijo estar convencido de que la trabajadora no había obrado de mala fe y que ésta sería expedientada. Antecedentes Aunque se trata de documentos muy diferentes, estos hechos recuerdan a lo ocurrido hace tres semanas en el madrileño barrio de Chamartín. Entonces, una periodista encontró en un cubo de basura papeles demostrativos de que los encargados de entrevistar a más de 250 personas que optaban a un empleo en la cadena de supermercados Sánchez Romero anotaron descalificaciones de diversa índole en las solicitudes de trabajo, por razones del país de procedencia y del aspecto físico. Al parecer, estos apuntes xenófobos y discriminatorios se encontraron por casualidad en un cubo de basura próximo a uno de los siete establecimientos que la empresa Sánchez Romero posee en la capital. Tanto la Inspección de Trabajo y Seguridad Social como la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid investigan los desagradables hechos. El director general de la cadena de supermercados negó que la compañía discrimine a los aspirantes a un empleo y anunció posibles medidas legales.