Legionelosis, ¿de quién es la culpa?

En Mataró, 104 personas se han visto afectadas por un brote de legionelosis. La cifra es lo suficientemente importante como para que nos preguntemos qué es lo que está fallando. Porque no hay que olvidar que aunque todos los años, en distintos lugares, la legionelosis hace estragos, son muchos los afectados en Mataro. Lo peor es que además de haber sido contagiados, estos 104 enfermos se enfrentan al espectáculo escapista del Ministerio de Sanidad y de la Generalitat, por lo cual muchos de ellos han decidido presentar demanda en el juzgado para que sea un juez quién determine de quién es la responsabilidad del suceso. Ana Pastor, ministra de Sanidad, asegura que la legislación española sobre la legionelosis «es muy completa». El resultado es que hay 104 enfermos, y que desde las administraciones, parecen más preocupados en quitarse la responsabilidad de encima que en buscar soluciones. Los representantes legales de los afectados aseguran que estos han desarrollado la enfermedad a raíz de las emisiones masivas de torres de refrigeración públicas y privadas, de manera que esas normas tan completas no se cumplen, pero quizá en estos momentos lo que más necesitan los afectados son respuestas, y la actuación decidida del ministerio de Sanidad y de la propia Generalitat, que están dedicando más tiempo a decir que ellos no son culpables que a enmendar el daño a 104 ciudadanos. En una circunstancia como ésta todas las administraciones del Estado deberían de trabajar codo con codo, porque lavarse las manos cuando ya no se tienen competencias sanitarias no es de recibo, al final ante una epidemia el Ministerio de Sanidad algo tendrá que decir y sobre todo que hacer. De la misma manera que la Generalitat no puede enroscarse en que las normas son claras y allá el que las incumple. Está claro que esas torres de refrigeración no están en buen estado, o no han sido revisadas, no se han limpiado, etcétera. Es decir alguien ha incumplido con su responsabilidad. Lo que no pueden admitir los ciudadanos es que las administraciones, ya sea la estatal, la autonómica o la local, se oculten tras las normas. Hay un problema, un problema de salud pública y es inadmisible ver cómo se pasan la pelota las administraciones entre sí. Están pecando de irresponsabilidad.