El «Prestige» se aleja de la costa gallega dejando una mancha de fuel de casi 40 kilómetros

Los equipos de salvamento controlaron ayer parte de la deriva del buque Prestige, que consiguió arrancar sus máquinas y a última hora de la anoche se encontraba ya a 30 millas de Cabo Vilano. El petrolero accidentado navaga con su propia propulsión, también arrastrado por los remolcadores Ría de Vigo y Sertosa, con el apoyo de otros que se encuentran en la zona, y avanza a una velocidad de unos 6 nudos. El portavoz europeo de Transportes, Gilles Gantelet, explicó que las «características» del Prestige resultaban un tanto sospechosas, ya que dentro de su ruta programada no tenía previsto pasar por ningún puerto europeo, lugar en donde, apuntó, se le podía someter a un control de seguridad. Gantelet aseguró que la Comisión enviará una carta a las autoridades correspondientes en Londres en la que solicitará las pertinentes explicaciones. «No estamos acusando al Reino Unido de nada irregular, pero queremos comprobar que se hizo todo lo que se podía haber hecho», añadió. Según informó ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa, la situación ha mejorado «de una manera notable» y aunque todavía no han terminado los problemas, la evolución del conflicto es «favorable». Los equipos de rescate localizaron una mancha de fuel de 200 metros de ancho y 37 kilómetros de largo, por lo que fue montada una barrera anticontaminación para evitar que llegue el combustible a la costa. Mientras que el Prestige era remolcado, un inspector de la Capitanía Marítima, siete técnicos de Salvamento Marítimo y tres de los tripulantes fueron embarcados en el petrolero para poner en marcha sus máquinas, algo a lo que el capitán y los dos oficiales se habían negado. Las mismas fuentes explicaron que el petrolero ha vertido ya entre 1.500 y 3.000 toneladas de la carga que transporta, lo que ha formado una mancha de un ancho de 200 metros y una longitud de 20 millas, unos 37 kilómetros. En la zona se ha instalado una barrera de contención de 7 kilómetros de largo y están preparados 12 «skimers» (sistemas de bombeo) para actuar en el caso de que el vertido se desplace hasta la costa. Salvamento Marítimo ha activado el Plan de Cooperación con Francia por si fuera necesario y se ha solicitado ayuda de barcos especializados y equipos a París, Reino Unido y Holanda. El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, felicitó a los efectivos que trabajan en la operación por su «eficacia extraordinaria». Sin embargo, lamentó que en su día no surtieran efectos las presiones internacionales para obligar a que los petroleros monten doble casco, lo que cree que sería una de las medidas «más importantes» para evitar accidentes como el registrado a pocas millas de Finisterre. El ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, anunció ayer que el Gobierno español ha emprendido ya acciones legales contra Grecia, país de procedencia del armador del Prestige, y contra Letonia, el país que expedió las 77.000 toneladas de fuel que transporta el petrolero que naufragó frente a las costas gallegas. Cascos avanzó, en los pasillos del Congreso de los Diputados, que el Ejecutivo estudia también la posibilidad de exigir responsabilidades a la Sociedad de Clasificación de Estados Unidos que autorizó al barco operar en aguas internacionales, así como a las autoridades del Reino Unido, dado que el petrolero se dirigía hacia Gibraltar. El titular de Fomento no confirmó si el Colegio de Prácticos de España había advertido de que el buque habia sido denunciado por dos puertos internacionales por circular en mal estado.