Diario de León

El fiscal pide 162 años de cárcel para los procesados

Los acusados por el secuestro de Olot se declaran inocentes

El juicio por el secuestro de la farmacéutica de Olot (Girona) Maria Angels Feliu, el más largo de España cometido por delincuentes comunes, se inició ayer por la mañana en la Audiencia de Gi

El ex policía local de Olot, Antonio Guiraldo, acudió al juicio con peluca y la cara tapada

El ex policía local de Olot, Antonio Guiraldo, acudió al juicio con peluca y la cara tapada

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Efe - GERONA.

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El primero de los procesados que declaró ayer fue Joan Casals, para el cual el ministerio público solicita 20 años de prisión, pero a quien el abogado de la acusación particular, en representación de Maria Angels Feliu, no acusa inicialmente. Casals, que era agente comercial, negó haber propuesto al otro procesado acusado de idear el secuestro y que también declaró, Xavier Bassa, y a una tercera persona, Francisco Evangelista, secuestrar al miembro de una acaudalada familia de Girona para conseguir dinero «fácil», según sostiene el fiscal. El acusado explicó que a principios de 1991 formó una sociedad dedicada a la venta de telefonía móvil, con Bassa y Evangelista, a los que conocía con anterioridad, pero que en pocos meses la empresa presentó suspensión de pagos. Confidente Casals y Bassa fueron detenidos por la Guardia Civil en octubre de 1993 después de que Francisco Evangelista asegurara a la policía que habían propuesto secuestrar a una persona adinerada de Girona y cuando la farmacéutica aún estaba secuestrada en un zulo. Hasta las confidencias que realizó Evangelista, ni la Policía Local de Olot ni la Guardia Civil ni los Mossos d''Esquadra habían avanzado en las investigaciones. Casals, que declaró durante unas dos horas en un patente estado de nerviosismo, explicó que conoció a Bassa a finales de 1990 y que a Evangelista se lo presentó el propio Bassa, antes de montar el negocio de telefonía móvil. El acusado aseguró que «Evangelista era un mal elemento» y que «tenía tendencias a delinquir», ya que sabía que había «falsificado un talón» y que había hecho un desfalco en una compañía de seguros. Joan Casals negó en todo momento que hubiera planificado en aquella época un secuestro con sus dos socios. «Eso es totalmente falso», señaló el acusado, quien añadió que «nunca» se le ha «pasado por la cabeza una cosa así». «Estamos hablando de cosas serias», añadió. Noche de copas El acusado sí afirmó que «cabe la posibilidad» de que en «una noche de copas» con sus dos socios hablaran de un secuestro «pero como quien habla de matar al vecino que es un cabrón». En todo caso, aseguró que quien realizó el comentario del secuestro «fue Evangelista», aunque añadió «no recordar bien» y que no le dio «la más mínima importancia». «Evangelista era un hombre que decía muchas cosas pero nada en concreto», añadió el acusado provocando la perplejidad del fiscal. Cuando Casals fue interrogado por el fiscal por unas notas que había escrito en las que hablaba de un secuestro, aseguró que se trataba de anotaciones «para un libro» porque en aquella época tenía la idea de escribir una obra y cuando «llegaba a casa por la noche» se ponía a escribir. No obstante, durante la instrucción del caso, el procesado explicó que dichas anotaciones formaban parte de «una broma» que quería gastar a un amigo que se había ido con una joven que trabajaba con él y que ante esta situación «se puso celoso». Cuando fue interrogado por el fiscal por este extremo, el acusado aseguró que «cabe la posibilidad» de que fuera así.

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