El guardia civil homosexual cree un «gesto histórico» vivir con su pareja en el cuartel

El primer guardia civil que declara públicamente su homosexualidad, Joan Miquel Perpinyá, que aparece en la portada del próximo número de la revista Zero y que cursó la solicitud de vivienda a la casa cuartel de su compañero, afirmó ayer que es «un gesto histórico», la decisión del director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, de admitir parejas homosexuales en las casas cuartel. «Es un avance enorme y, quizá, como dice una amiga mía, lo mejor que le ha pasado a la Guardia Civil en los últimos 100 años -dijo en declaraciones a la Cadena Ser-. Había una historia que contar en primera persona, y ellos no querían contarla y me tocó a mi. Para que un mensaje llegara hacía falta un nombre. Una cara y una voz. No la había y había que ponerla». Perpinyá reconoce que todavía quedan en el Cuerpo muchos comportamientos «machistas y homófobos», pero precisa que «se percibe el cambio generacional que ha habido en la Institución en los últimos años». «La gente joven lo ve todo con mucha normalidad. Hay un tercer posicionamiento que a mi me preocupa mucho, que es el de decir que hay muchos problemas en la Guardia Civil como para que esto tenga que se prioritario. Eso es hipócrita, es una manera de oponerse al gesto de la Dirección General sin decirlo taxativamente», explicó. En cualquier caso, admite que en la Guardia Civil los cambios se producen de forma «terriblemente lenta», lo que hace que surja el desánimo y la percepción de que «se está abusando de sus miembros». Perpinyá admite que cuando se descubrió su condicón después de entrar en la institución armada tuvo miedo y pensó en abandonar, pero subrayó que le gusta su trabajo.