Las mascotas sudan la gota gorda
Hay que vigilar que tengan a su disposición agua fresca, renovada varias veces al día y alimentos que eviten las grasas en favor de carnes magras y pescado blanco
Una mujer hace una fotografía a sus perros mientras se bañan en una fuente del Jardín del Turia. ANA ESCOBAR
El verano actual es uno de los más calurosos que se recuerdan, con olas de calor que enlazan entre sí y una sequía persistente que empieza a ser preocupante. Las temperaturas extremas afectan negativamente a la salud de todos los seres vivos. El Instituto de Salud Carlos III estima que en el mes de julio fallecieron en España más de 2.100 personas por golpes de calor. No existen datos equivalentes para los animales, pero es esencial que protejamos a nuestras mascotas del calor extremo, y para ello, cuidar su hidratación es fundamental.
El primer aspecto es vigilar que tengan continuamente a su disposición agua fresca para que recurran a ella cuando la necesiten. Pero también la alimentación es clave como fuente de hidratación. Isabel Calzado, veterinaria experta en alimentación animal, de Natuka, señala que «lo ideal es tener varios bebederos en casa, algunos con agua del tiempo y otros con hielos, ubicados en diferentes lugares, para impulsarles a que beban con frecuencia». Esto es especialmente interesante para los gatos, ya que son animales que en general beben poca agua, pero como son muy curiosos, seguro que se acercarán a inspeccionarlos. Deberemos cambiar el agua varias veces al día para refrescarla y mantenerla limpia.
Los perros y gatos utilizan la humedad de la comida para hacer la digestión de forma fácil y ligera. La falta de humedad en la comida hace que tengan que utilizar sus propias reservas de agua para hacer la digestión, provocándoles una gran deshidratación que tienen que compensar con una ingesta de agua. El riesgo no solo es la deshidratación, sino la probabilidad de torsión de estómago por el efecto del agua tras el pienso. Recurrir a menús con un alto porcentaje de humedad, basados en productos frescos y naturales y evitar carnes o pescados muy grasos, como el cordero o el salmón son otras recomendaciones. Para esta época es más conveniente el pescado blanco y carnes magras bajas en grasas saturadas, como el conejo o la ternera.