Sin perder el rastro
Vacunas, tratamientos contra las enfermedades, pastillas para el dolor... los posibles efectos de los medicamentos siempre están bajo vigilancia
La vigilancia de los fármacos previene los efectos secundarios a largo plazo. EP
carmen Tapia
LEÓN
En la década de los años 50, e incluso antes, nacieron en Alemania un elevado número de bebés con malformaciones en los miembros. En España esos nacimientos se elevaron a unos 3.000 bebes y se calcula que en todo el mundo sumaron 20.000 los afectados. A la comunidad científica le sorprendió la frecuencia de estos casos, hasta entonces muy raros, y comenzaron a investigar. Fue el inicio de la Farmacovigilancia, el control de los medicamentos y sus efectos más allá de los análisis clínicos previos antes de su puesta en el mercado. La comunidad científica descubrió que la causa de estas malformaciones estaba en un medicamento para mejorar las náuseas y los vómitos, pero que en las mujeres embazadas causó una tragedia que España no ha resulto aún con las víctimas. La talidomida marcó un antes y un después en la farmacovigilancia en los medicamentos. Hoy en día, casi el 100% de los medicamentos están contraindicados durante el embarazo.
Óscar Meda, farmacéutico y Ceo de QualitecFarma, destaca que los programas de control de los medicamentos no acaban nunca. «Durante el proceso de fabricación se tienen en cuenta y se establecen programas de farmacovigilancia que estudian las reacciones de los medicamentos a largo plazo. Al margen de su eficacia, cuando sale a la calle siempre se controlan sus efectos por el resto de su vida útil».
Beneficio-riesgo
Para valorar el grado de seguridad de los medicamentos los expertos tienen en cuenta el balance beneficio-riesgo. «Todo de pende de las enfermedades que se van a tratar. Los tratamientos oncológicos, por ejemplo, tienen un alto beneficio pero también a costa de un alto riesgo». Y en ese balance es donde se establece el equilibro.
En el caso de Ibuprofeno, por ejemplo, un antiinflamatorio con un alto beneficio para aliviar el dolor. «Si se toman dos o tres no pasa nada, pero otra cosa es que si se toman muchos a lo largo de la vida pueden tener efectos secundarios a largo plazo. Una cosa es tomar uno al día todos los días y otra es tomarse uno cuando duele la cabeza de vez en cuando».
Óscar Meda pone el ejemplo de los zumos envasados para comparar los efectos que la comida preparada y los medicamentos pueden tener a largo plazo. «Con los medicamentos mantenemos un control de todos los efectos, algo que no se hace con la comida rápida. El control que tenemos sobre los medicamentos en muy estricto, y en algunos casos sólo se pueden saber los efectos a largo plazo».
De hecho, hay medicamentos pensados para que sean utilizados por un largo periodo de tiempo. «Hay tratamientos de cardiopatías o enfermedades metabólicas que necesitan medicamentos de larga duración, lo que no significa que sean para toda la vida».
QualitecFarma ha trabajado con BioNTechen en la fase de desarrollo de la vacuna del coronavirus. «El proceso de desarrollo ha sido muy rápido porque se trabajó durante siete días a la semana las 24 horas del día en una situación sin precedentes. El mundo entero se volcó al 100% en el desarrollo de los procesos de las vacunas. Eso ha provocado un parón de otras moléculas. Donde más se invierte a nivel mundial es en oncología y también se ha ralentizado durante dos años. No se podían visitar hospitales. Ahora todo vuelve a su sitio pero muchas compañías farmacéuticas han perdido mucho dinero y ahora hay que correr».