Fabero: una memoria llena de futuro BIC
El municipio se ha antropizado y modernizado manteniendo lo representativo de su pasado
Si el que da primero da dos veces, ahí esta Fabero: primer conjunto etnológico minero Bien de Interés Cultural (BIC) de la Comunidad de Castilla y León. Se trata de renovarse y no morir sin renunciar a las huellas, a las señas de identidad de un pasado industrial que también dio forma al carácter e idiosincrasia de la comarca. Fabero es así una memoria llena de futuro. Un lugar que reivindica su futuro como protagonista. Y también como artífice de los tiempos prósperos como aspiración. Por eso, lo que se ofrece y potencia viene avalado por la credibilidad. Esa que surge, por ejemplo, al presentarse desde instancias municipales no con ideas vacuas sino llenas de contenido. El municipio de Fabero se ha convertido en líder desde el momento de esa transformación en BIC de la Comunidad.
La cuenca minera de Fabero constituye una relevante muestra de patrimonio cultural asociado a las labores mineras. Estas han dado lugar a una transformación radical del territorio, conformando un paisaje antropizado, representativo de un pasado y de unas formas de vida, digno de ser conservado y transmitido a generaciones futuras.
Y esta regeneración se traduce en nombres históricos que pasan a ser en este caso auténticas minas de cultura. Los pozos Julia, Viejo, Alicia, Mina Negrín o el Poblado de Diego Pérez son verdaderos referentes de autenticidad y de las posibilidades sin fin que se crean decididos a esta apuesta cultural en donde paisaje, gente, potencia en sus productos juega totalmente a favor.
Por destacar, el Pozo Julia, como grupo minero de extracción vertical se encuentra muy próximo al núcleo urbano principal de Fabero y presenta un elevado interés patrimonial, por su estado de conservación, disposición y elementos, así como por su importancia tecnológica y empresarial. O esa Mina Negrín cuyo interés se centra en su peculiaridad y narrativa histórica, al conservar varios garajes y un economato, así como la distribución de las antiguas viviendas mineras; en un espacio cercano se ubican el lavadero, salas de máquinas y antiguas oficinas.
Se trata por tanto de acercar ese pasado a los tiempos y usos de ahora, con el orgullo de pertenencia como valor infalible.