Diario de León

ENTREVISTA

Ángel Martín, un brote psicótico y dos libros después: "El miedo tiene mucho más poder que cualquier otra emoción"

Ángel Martín. EFE

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Publicado por
Rosa Palo
León

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Tras salir del ala de psiquiatría del hospital en el que estuvo internado en 2017 por un brote psicótico, Ángel Martín tuvo que reconstruirse por completo. Si aquella experiencia la recogió en el libro 'Por si las voces vuelven', el esfuerzo para evitar vivir un episodio similar lo cuenta en 'Detrás del ruido' (Planeta), un libro que es un "hola, ven, que te hago una visita guiada por cómo gestionar las cosas por si te sirve a ti de algo".

Porque Martín, sobre todo, pretende que su testimonio, tan directo y sincero como falto de victimismo, sea de utilidad para otras personas en la misma situación, que sea un "libro que te echa un cable". Mientras, el cómico continúa con su 'Informativo matinal para ahorrar tiempo' y con la gira de su monólogo 'Punto para los locos'.

"La clave no está en saber qué quieres ser. La clave está en saber por qué lo quieres ser. Porque descubrir ese porqué te ayudará a eliminar mucho ruido", escribe Martín. Él ha conseguido eliminar bastante ruido. En ello sigue.

-El vermú del domingo es una forma distinta de ponerse detrás del ruido.

-Casi siempre me pilla de gira, y como voy con mi repre y alguien del equipo aprovechamos para pasear y acabamos sentados en algún sitio tomando algo. Es un momento muy íntimo y entretenido con gente con la que estoy muy a gusto, desconectando del trabajo, disfrutando de una ciudad nueva y contando las anécdotas del día anterior. Obviamente, eso te mantiene detrás del ruido.

-Dedica su libro a "los que, de vez en cuando, no sabemos ni por dónde empezar".

-Sí, porque hay cosas que tienes muy ubicadas o que sabes gestionar, pero, de repente, sucede algo y vuelves a tener esa sensación de ¿cómo me enfrento ahora a este cambio? Esa la intención con la que he escrito el libro.

-Es que da miedo enfrentarse a esos cambios. De hecho, usted escribe que "ningún monstruo es más poderoso y grande que el miedo".

-El gran poder del miedo es el de la incertidumbre de lo que va a suceder. Cuando tomas una decisión no sabes lo que hay detrás. Es como los concursos en los que te dicen "elige puerta uno, dos o tres" y tienes que elegir a ciegas. Entonces, el miedo aparece diciendo, pero ¿y si todo es peor que lo que hay ahora mismo? Pero ¿y si todo es mejor? Es injusto medir solo un lado sin medir el otro. Así que es verdad que el miedo tiene mucho más poder que cualquier otra emoción.

-Después de pasar por lo que pasó, dice que ahora es mejor persona.

-Sí, sí. Hay una gran diferencia entre construir una vida sin pensar muy bien en las decisiones que estás tomando y empezar a construir teniendo en cuenta muchas cosas. Entonces, todo ese ejercicio de ponerte en el lugar de la persona que tienes delante para que no acabe pagando tu día de mierda te convierte en una persona distinta, claro. Además, si vas tomando las decisiones sabiendo el porqué, cuando algo sucede o se rompe o no funciona, has estado tan atento que la gestión de las cosas es muy distinta, y te conviertes en alguien más paciente y calmado. Es un poco mejor, es bastante mejor, no te voy a engañar.

-Y ahora que estamos en Navidad, donde ser feliz es casi obligatorio, ¿qué hacemos?

-Que cada uno la viva como quiera. Que haya gente que haya decidido que la Navidad tiene que ser un momento de no sé qué no significa que tú tengas que compartir esa idea. No odio la Navidad, pero tampoco soy esa persona que en Navidad sea mucho más feliz que un martes: si consigues rodearte de la gente a la que quieres puedes tener un poco de Navidad un martes por la mañana. Es importante que cada uno empiece a entender qué es la Navidad para él y, sobre todo, que los demás acepten esa decisión, que tú puedas decirle a alguien oye, esta Navidad la voy a pasar con otra gente, o me voy a quedar en mi casa viendo una película.

-Pero sí hay cierta presión para estar alegres y felices.

-Yo reconozco que esa presión me la he quitado.

-Ha hecho una limpieza a fondo.

-Ojo, que la sigo cagando en cosas que no son ni medio normales. Pero, por lo menos, cuando la cago me siento un momento en el sofá y digo: "¡Ah!, vale, no tuve en cuenta esto, joder. Pues la próxima vez lo tendré en cuenta".

-Cada mañana despide su informativo con un "te quiero". Es desconcertante oír eso de alguien que no te conoce.

-Pero es que yo se lo digo a alguien que está viendo lo que hago, entonces hay un sentimiento de agradecimiento muy grande. Cuando trabajaba en televisión me di cuenta de que ese agradecimiento nunca lo había devuelto. Por eso, al ser consciente de que tus proyectos se sostienen porque te dedicas a una cosa que depende de que la gente lo comparta, me di cuenta de que debía un 'gracias' bastante grande desde hace bastantes años.

-Habrá gente que sea el único "te quiero" que escuche.

-Una chica me dijo en una firma justo eso: "no sé si eres consciente que hay gente que, a lo largo del día, el único te quiero que escucha es ese", y me voló la cabeza porque no lo había pensado nunca. Entiendo el desconcierto, pero si tú me dedicas dos minutos de tu tiempo cuando parece que nadie tiene ningún momento para dedicarle al otro, es ¡hostia!, pues muchas gracias. 

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