El caminante va descubriendo la emotiva historia del Celorio en cada una de las etapas de la ruta a través de distintos paneles hasta llegar a las dos esculturas de Amancio, primero la gran mano de mármol que sale de la tierra —arriba a la derecha cubierta de nieve— y el Trasgu prendido de una colina vigilando la naturaleza. JUAN CARLOS PAJARES
El caminante va descubriendo la emotiva historia del Celorio en cada una de las etapas de la ruta a través de distintos paneles hasta llegar a las dos esculturas de Amancio, primero la gran mano de mármol que sale de la tierra —arriba a la derecha cubierta de nieve— y el Trasgu prendido de una colina vigilando la naturaleza. JUAN CARLOS PAJARES
El caminante va descubriendo la emotiva historia del Celorio en cada una de las etapas de la ruta a través de distintos paneles hasta llegar a las dos esculturas de Amancio, primero la gran mano de mármol que sale de la tierra —arriba a la derecha cubierta de nieve— y el Trasgu prendido de una colina vigilando la naturaleza. JUAN CARLOS PAJARES
El caminante va descubriendo la emotiva historia del Celorio en cada una de las etapas de la ruta a través de distintos paneles hasta llegar a las dos esculturas de Amancio, primero la gran mano de mármol que sale de la tierra —arriba a la derecha cubierta de nieve— y el Trasgu prendido de una colina vigilando la naturaleza. JUAN CARLOS PAJARES
El caminante va descubriendo la emotiva historia del Celorio en cada una de las etapas de la ruta a través de distintos paneles hasta llegar a las dos esculturas de Amancio, primero la gran mano de mármol que sale de la tierra —arriba a la derecha cubierta de nieve— y el Trasgu prendido de una colina vigilando la naturaleza. JUAN CARLOS PAJARES
El caminante va descubriendo la emotiva historia del Celorio en cada una de las etapas de la ruta a través de distintos paneles hasta llegar a las dos esculturas de Amancio, primero la gran mano de mármol que sale de la tierra —arriba a la derecha cubierta de nieve— y el Trasgu prendido de una colina vigilando la naturaleza. JUAN CARLOS PAJARES