Mil firmas y una licencia para que Paca vuelva a casa
La perra tendrá que pasar por un programa de reeducación
Salvador Armesto con Paca antes de ser confiscada. DL
Los trámites para que Paca vuelva a casa están en marcha en el Ayuntamiento de León. La perra confiscada el pasado 23 de diciembre al artista callejero Salvador Armesto y catalogada como animal potencialmente peligroso —por una veintena de incidencias ocurridas entre 2020 y 2023— tendrá que someterse a un programa de reeducación, según han indicado a su dueño desde el área de Consumo del Ayuntamiento de León.
La petición ¡Devolver a Paca! reúne un total de 1.153 firmas —hasta anoche— y un amplio grupo de personas, de León, Madrid y otras provincias, apoyan a Armesto en los trámites que lleva a cabo para recuperar a su mascota y también su única compañía.
En los últimos días, Armesto, una persona sin hogar que vive en precario en una casa abandonada en el barrio de La Palomera, ha realizado todas las gestiones para disponer de la licencia, con su correspondiente seguro, para ser propietario de un animal catalogado de potencialmente peligroso.
Paralelamente, ha solicitado la vista de su expediente, pues aunque hay un total de 22 incidencias anotadas en el decreto que justifica la requisa de la mascota, no tiene constancia de que exista parte de lesiones más que en la primera incidencia de 2020.
En los próximos días tiene previsto presentar el recurso contra el decreto, para lo que cuenta con el apoyo de la abogada Rosa María Sánchez, del Colegio Oficial de la Abogacía de Madrid. El Ayuntamiento de León mantiene el mutismo y se niega a contestar a las preguntas trasladadas por correo electrónico desde este medio de comunicación a sus servicios de prensa y salubridad pública.
Salvador Armesto se ha afanado, junto con otras personas sin hogar, en limpiar el inmueble en el que vive en la calle Los Osorios y su entorno. Varias bolsas de basura han sido retiradas a primera hora del martes por los servicios municipales de recogida de residuos.
La perra está en manos de la Asociación Protectora de Animales y Plantas (Apap) de León cuya vicepresidenta, Ana Aguilar, aseguró a este periódico en nombre de la Junta Directiva que Paca se encontraba en Cantabria acogida por una familia. En el comunicado que publicó en redes sociales, que luego borró, no hacía referencia a su paradero.
La Protectora negó a Salvador Armesto visitar y pasear a la perra, a pesar de que esta medida fue autorizada por el veterinario municipal en los días posteriores a la requisa de la perra. La Protectora tiene un contrato con el Ayuntamiento de León de 5 años por importe de 200.000 euros.