Banksy contra la crisis climática
El británico vuelve con un grafiti denuncia de temática medioambiental. El artista critica el calentamiento global, una posición que cala también en ferias y museos
¿Puede el arte ayudar a concienciar sobre la emergencia climática? Muchos artistas se han planteado la pregunta y otros la han llevado a la calle. El pasado Día de San Patricio, 17 de marzo, Londres amaneció con un nuevo árbol en sus calles. Nadie lo plantó. Ni tan siquiera brotó del suelo. Alguien lo pintó. Al norte de la capital británica, en el barrio de Islington, la gente se arremolinó ante un robusto cerezo podado, casi mutilado. Frente a él se alzan numerosos brazos para hacer la mejor fotografía e inmortalizarlo en Instagram o Tiktok.
Al tomar distancia, el ‘desnudo’ cerezo se colorea. Toma color de la pared tras él y de los brochazos ‘activistas’ de Banksy. El esquivo artista urbano reivindicó su autoría en su perfil de Instagram. Un ‘manchurrón’ verde sobre un muro blanco da vida a este cerezo con más de cinco décadas en sus ramas y troncos. «El mensaje es claro: la naturaleza está luchando y depende de nosotros ayudarla a volver a crecer», indicó a la BBC tras ver el mural James Peak, creador para la cadena británica de ‘The Banksy Story’.
No es la primera vez que el huidizo artista pinta por el medioambiente. En 2010 denunció en un mural en Detroit (EE UU) el avance de las ciudades a costa de los espacios verdes. Banksy se valió de tres elementos: un niño, un pincel rojo y una frase. Este es el mural que fue bautizado como Recuerdo cuándo todo esto eran árboles y que acabó subastándose por casi 140.000 euros.
Pero las obras de Banksy no son la única denuncia contra la crisis climática. En España también aparecen obras que claman contra la inacción ante el calentamiento global. El mundo se va por el desagüe o La naturaleza primero son dos pinturas urbanas que se encuentran en las calles de Santander, el primero y de Olot (Girona), el segundo. La firma no es la de Banksy, sino de Pejac, un santanderino llamado Silvestre Santiago cuyos trabajos se mueven entre el dibujo, la pintura, la escultura y el grafiti. Sus temáticas siempre tienen un componente social y rasgos críticos.
Las ciudades y sus calles son las principales ‘salas de exposición’ elegidas por estos artistas urbanos. Así lo hicieron también Christian Rebecchi y Pablo Togni, cuyas piezas buscan remover conciencias y llamar a la acción en defensa del medioambiente.
También se ‘cuelan’ en las galerías de arte y en las ferias. En 2013, The Weather Proyect se vio en la Sala de Turbinas de la Tate Modern de Londres. Con esta muestra, el danés Olafur Eliasson trató de trasladar a los visitantes algo parecido a lo que sentirán los habitantes del futuro próximo si no se consigue ralentizar el aumento de las temperaturas del planeta.