Antonio Turiel: «El cambio climático está completamente fuera de madre»
El físico leonés vaticina que el mundo está abocado a reducir el consumo de energía y materiales. La única opción es adaptarse y pilotar el cambio. «Ya hemos sobrepasado seis de los nueve límites planetarios» del Stockholm Resilience que suponen un «potencial peligro para la supervivencia de la especie humana».
El físico leonés Antonio Turiel afirma que «hemos sobrepasado seis de los nueve límites que miden la salud del planeta». Son las líneas rojas planetarias dentificadas por el Stockholm Resilience que, según este instituto sueco, no se deberían saltar bajo ningún concepto.
El prestigioso investigador del CSIC, citado por la reina Letizia por sus reflexiones sobre el decrecimiento en un foro de periodismo en San Millán de la Cogolla el pasado noviembre, abrió este viernes en León el foro Diálogos Sostenible que acompaña a la exposición Aphasia. Visiones del Antropoceno , del reconocido artista y creador Richard Le Manz.
Los tres límites planetarios que aún no se han saltado son «la carga de aerosoles en la atmósfera, la acidificación de los océanos y la capa de ozono». Por contra, los otros seis se han sobrepasado peligrosamente: «El peor, las cantidades de nuevas sustancias tóxicas, como los materiales radiactivos», apostilla el científico.
Además, están fuera de lo aconsejable los parámetros para garantizar la integridad de la biosfera, que tiene que ver con la pérdida de biodiversidad. «Hemos saltado también los flujos biogeoquímicos (agua, carbono, fósforo, nitrógeno)» con consecuencias como el agua contaminada por nitratos en el mar Menor.
El cambio climático, el cuarto límite sobrepasado, «ahora mismo está completamente fuera de madre», alerta Turiel. «En 2023 se aumentaron los 1,5ºC que la cumbre de París estableció como tope» y, no solo eso, «estamos ya en 1,6ºC más». La descarbonización no ha tenido los efectos que se propuso: «No sobrepasar los 1,4ºC».
Que el cambio climático avanza lo avalan los datos científicos y se materializa en inviernos sin apenas nieve en lugares como León o fenómenos agresivos como los huracanes que provocan catástrofes naturales.
Los nuevos usos del suelo, que provocan deforestación y el avance de la desertificación, y los cambios en el uso del agua dulce son las otras dos líneas rojas sobrepasadas que suponen un «potencial peligro para la supervivencia de la especie humana», añade el físico.
Rompiendo el tabú
Turiel, uno de los precursores del discurso del decrecimiento como salida a la crisis energética y ambiental del planeta, es tajante en su visión de la situación: «No hay nada que podamos hacer para evitar un descenso de la cantidad de energía y materiales que va a llegar a consumir el planeta. Vamos a sufrir inevitablemente un descenso metabólico en el consumo de energía y materiales», subraya.
La solución, añade, pasa «por adaptarse y pilotar este descenso que va a venir sí o sí». Que haya políticos que nieguen esta situación es lo que más perplejidad causa al físico leonés: «No es algo que dependa de sus opiones, ni de la tuya ni de la mía. El descenso energético y material es un hecho de la naturaleza». Lo que se puede decidir, insiste, es «cómo lo abordas, cómo convives con ello».
«Hay muchas maneras de hacerlo, pero la clave es que implica un descenso del consumo y esto hay que hacerlo de manera que no implique un descenso del bienestar», explica. Relocalizar la producción, mejorar los materiales, la energía en el transporte... y, como resultado final, «tiene que haber un decrecimiento de la esfera material de la actividad humana para adaptarla a los límites del planeta».
Aunque el concepto de decrecimiento es «un tema tabú», Turiel recuerda que hasta la reina Letizia no sólo se ha interesado por el asunto sino que, públicamente, ha preguntado en un foro de periodismo si se había abordado la cuestión, citando a Antonio Turiel y otros científicos de las universidades de Valladolid y Barcelona. «Yo cuando me enteré casi se me cae el móvil», pero «como decía Gandhi, primero te ignoran, luego te ríen de ti y, al final ganas», señala.
Una «filfa»
Turiel abordó el futuro de la energía repasando la situación de los combustibles fósiles. «Hay un retroceso claro del petróleo y del uranio, aunque el carbón se va a mantener aún un tiempo», apunta. La falta de acceso a los combustibles ya «está provocando dificultades en muchos países de Lationamérica, África y Asia», recalca.
En las fuentes de energías renovables «está el problema de la dependencia de materiales que son escasos y, ahora mismo, en el caso de España y Europa tenemos un problema de saturación. Según el científico, «hay una incapacidad de aprovechar más energía renovable eléctrica por diversos motivos», entre los que la primavera no es ajena. «La situación de precios cero de la electricidad es más fácil que pase en primavera y está llevando a la ruina a empresas como Hola Luz, IDF, Personal Profit. Son empresas que se metieron en el sector de más riesgo, como es el autoconsumo doméstico y de empresas», apunta.
Esto demuestra «las limitaciones del sistema» y la apuesta por los sistemas de almacenamiento no es viable por las exigencias. «Tenemos que apostar por otro modelo», sentencia. Turiel subraya que las renovables suponen el 30% del consumo de electricidad en el mundo, pero hay que tener en cuenta que la electricidad solo equivale «al 20% de todas las formas de energía final».
Turiel apuntó a la inviabilidad de la fabricación del coche eléctrico, para el que Alemania ha suspendido las subvenciones a la compra y calificó los proyectos del hidrógeno verde, como el que se desarrolla en La Robla, de «filfa». «El hidrógeno verde tiene un rendimiento muy bajo, es una tecnología complicada y para los vehículos es un desastre», sentenció.