El Tribunal Supremo de Nigeria ratifica la condena a muerte a Amina Lawall por adulterio. La lapidación se ha pospuesto dos meses para permitir que la mujer pueda dar el pecho a su hija pequeña
Sentencia de muerte
El Tribunal Supremo de Nigeria ha ratificado la condena a muerte por lapidación de Amina Lawall, sentencia que en su día fue dictada por el Tribunal Islámico de Funtua. Según informó este domingo Amnistía Internacional, el Supremo nigeriano sólo se adviene a posponer la aplicación de la condena durante un par de meses para permitir que la mujer pueda dar el pecho a su hijo pequeño. Una vez finalizado la prórroga en la ejecución de la sentencia, Amina será enterrada hasta el cuello y la matarán a pedradas. Ante esta situación, Amnistía mantiene su página de internet (www.amnistiaporsafiya.org) abierta para recoger firmas para reclamar al Gobierno de Nigeria para indulte a la condenada. El tribunal islámico de Funtua desestimó el pasado mes de agosto el recurso de apelación de los abogados de Amina Lawal y confirmó la sentencia de lapidación que pesa sobre esta mujer de 30 años, condenada como adúltera al admitir haber mantenido relaciones sexuales, bajo promesa de matrimonio, con un vecino de su aldea que negó luego el vínculo. De resultas nació Wasila, una niña de casi un año que los jueces consideran prueba irrefutable del «delito» de adulterio, según lo previsto por la ley islámica. De haber sido soltera, la pena se habría reducido a cien latigazos en público. En la actualidad Amina se encuentra en libertad provisional decretada el 3 de junio para garantizar la crianza de la pequeña. El caso de Amina saltó a la luz pública el 25 de marzo de 2002, el mismo día que su compatriota, Safiya Husseini, quedaba absuelta de su condena a muerte por dar a luz también fuera del matrimonio, pero no es el único en Nigeria, desde que hace tres años los estados musulmanes del Norte implantaran la sharía, frente al resto del país, de confesiones cristianas o animistas. Un hombre, Yunusa Rafin Chiyawa, también está condenado en Nigeria a lapidación por adúltero tras admitir que mantuvo relaciones con la esposa de un amigo. Inusualmente, ella se libró porque dijo haber sido «hechizada» y privada de su voluntad por el acusado.