Los creadores jóvenes cerraron Cibeles con aire retro
Fuera conservadurismos
Los jóvenes creadores rompieron con la tradición de la Pasarela Cibeles como un salón de moda conservador, sobre todo comparado con el Salón Gaudí. La 37 edición se cerró con los desfiles de
Abrigo de piel de Tolo Crespi
David Delfín volvió a provocar la nota polémica con una escenografía de muertes y el mallorquín Tolo Crespi mostró a una modelo desnuda a le pintaron el cuerpo con un dibujo de la anatomía humana. Pero la mayoría centraron su atención en las colecciones sin fuegos de artificio en la ambientación y con unas propuestas que reinventan el pasado. La moda vuelve atrás y se inspira en el período de entreguerras y en los años cincuenta . Esta ha sido una tendencia que aplicaron algunos jóvenes creadores en la última jornada de Cibeles. «Trastornados», firma canaria que agrupa a Enrique García y Paco Navarro, recreó un línea muy romántica de los días felices de vacaciones. Presentaron rebecas y cazadoras cortas en azul o rosa, faldas al vuelo, apliques de grandes botones y lazos de raso cosidos en las prendas. La madrileña Alma Aguilar también volvió su mirada a los años cincuenta, época dorada de la alta costura, para hacer prendas muy laboriosas con muchas puntadas a mano, jugando con bieses y otros volúmenes. El mallorquín Tolo Crespi denominó su colección London 40, basada en esta misma década, con hombros cuadros para trajes de chaqueta y falda en lana con dibujos de espigas o cuadros. Y esta misma década de los cuarenta, período de entreguerras, sirvió de inspiración a la firma Locking Shocking, premio L''Oreal de temporada pasada al mejor diseñador joven, a la hora de presentar trajes de chaqueta y vestidos cortados a la cintura, con grandes hombros y muy sobrios. La bilbaína Miriam Ocariz también llevó a la pasarela aire retro con faldas de vuelo al bies y pantalones muy anchos en colores negro, fucsia y camel para una mujer elegante. El gallego Jorge Vázquez recreó igualmente el lujo de la década de los cincuenta con una sastrería rigurosa, faldas evasés y pantalones de pata de trompeta. Una mujer muy femenina que también lleva punto hecho a mano en tonos que van del negro al marrón, pistacho y rosa. Porfin, firma con la que se presenta Alejandro Sáenz de la Torre, propuso una colección para una mujer joven, que viste tela vaquera y suéteres de rayas.