John Cooper, en el recuerdo Una película para no perdérsela

A escasos kilómetros del circuito británico de Goodwood, en un pequeño taller cercano a la localidad de Brighton, Mike Cooper, mantiene viva la llama del negocio familiar que fundara -hace más de cuatro décadas-su padre; aquel John Cooper que consiguiera preparaciones capaces de alzarse con el Campeonato del Mundo de Fórmula Uno (Jack Brabham, Cooper Climax, 1959) o de romper los esquemas a mediados de los sesenta, en el Rally de Montecarlo, con los Mini Cooper, aquellas imbatibles pastillas de jabón que dieron más de un disgusto a sus oponentes. En el taller de Brighton se fabrican hoy los kit de potencia «John Cooper Works» (para motores de gasolina) en versiones Cooper (126 CV9 y Cooper S (200 CV) que acaban por convertir al Mini en las históricas bombas de antaño, con cajas manuales de cincoy seis marchas, decoración exterior que recuerda a sus victoriosos ancestros y un interior en el que no faltan los envolventes baquet disponibles en distintos colores a juego con el de la carrocería. Menos de siete segundos (6,7) para acelerar de cero a cien y 226 kilómetros por hora de punta, para 1.140 kilos, avalan al Cooper S como el auténtico sucesor de una dinastía que ha quedado para siempre en el corazón de los aficionados. ¿Se acuerdan de Un trabajo en Italia ? Efectivamente... la película que rodara Peter Colllinson en 1969 y que contiene la que se considera más loca persecución cinematográfica de todos los tiempos (incluida Bullit ) con los Mini escapando por las calles de Turín, por las escaleras, por las alcantarillas... Pues bien, el remake de aquel trabajo está servido. Resulta que los Mini Cooper volverán a protagonizar un thriller en el que las persecuciones estarán de nuevo a la orden del día: una banda de ladrones, un monumental atasco de tráfico... y los Mini escapándose a base de acrobáticos saltos, vertiginosos descensos por las escaleras del metro... por todos los sitios menos por las rutas habituales. La cinta, que estos días se estrena en EE. UU., dirigida por Gary Gray bajo la producción de la Paramount, se ha rodado en Los Ángeles (el metro de Hollywood Boulevard, las aceras del Paseo de la Fama) con Mark Wahlberg sustituyendo a Michael Caine en el papel de caco automovilístico . Como para no perdérsela... cuando llegue.