Diario de León

| Crónica | Las afiladas puntas relajan la espalda del paciente |

Los cuchillos, última moda para calmar dolores

Una pareja de chinos  bailan en una plaza de la ciudad de Shanghai

Una pareja de chinos bailan en una plaza de la ciudad de Shanghai

Publicado por
Francisco Luis Pérez - pekín
León

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Los taiwaneses, muy aficionados a los masajes relajantes a base de perfumes, aceites y manos diestras, acuden ahora a salas donde ofrecen estos servicios pero con cuchillos, una modalidad que ayuda a sanar enfermedades y que se ha convertido en la última moda. La técnica es sencilla: tocar con los afilados cuchillos de cocina la espalda del cliente, que no parece temer las heridas de tan acrobático masaje. Uno de los maestros en este arte es Pan Wen-hsiung, que tiene tres ayudantes, mientras que los clientes son taiwaneses como Peng Lan-ying, de 51 años, que espera ser curada de sus dolores crónicos de cuello y espalda ocasionados por un accidente de motocicleta. La señora Peng también cree que sus molestias se deben al exceso de actividad, al estrés y a las consecuencias de su menopausia, y su confianza descansa en los siglos de experiencia que en China se tiene de esta curiosa técnica. Esta cliente siguió un tratamiento de medicina tradicional china en una clínica especializada en afecciones de la espina dorsal, pero no quedó convencida: «me ayudó algo, pero después de ver un informe sobre el masaje de cuchillos en televisión, probé y esto va mucho mejor», asegura. «Al principio me daba miedo que un cuchillo tocase mi cuerpo y sentí un sudor frío la primera vez, pero luego vi que no era para tanto», añade Peng, quien ahora no se inmuta cuando los cuchillos retozan en su espalda. El dolor se ha mitigado y tras cinco sesiones desapareció casi por completo, además se despidió de sus frecuentes jaquecas y del zumbido que siempre tenía en un oído. Peng es el prototipo de clientes que acuden al salón de Pan Weng-hsiung, en su mayoría mujeres entre 30 y 70 años con dolencias musculares, de ligamentos o de la espina dorsal. Sin embargo, también visitan esta «clínica» hombres y mujeres que quieren perder peso o librarse del insomnio, el hipertiroidismo o enfermedades digestivas. Las sesiones se prolongan entre 20 y 40 minutos y los clientes deben llegar con una hora mínima de ayuno y beber litros de agua al término del masaje. En este salón se mezclan el rumor de los cuchillos y la animada charla de masajistas y clientes con el silencio de quienes se quedan dormidos o los gritos de dolor causados por el contacto con los puntos ligados a las afecciones.

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