La Iglesia traduce la inscripción en arameo que dice que el muerto era «hermano de Jesús»
El osario encontrado con los restos de Santiago, primo de Jesús, es falso
El propietario de la pieza se enfrenta a cargos de tráfico de antigüedades
Pieza presentada el pasado 21 de octubre como posible osario de un familiar de Jesús de Nazaret
La Dirección de Antigüedades de Israel ha anunciado que es falso un antiguo osario de origen desconocido que hace meses atrajo la atención mundial porque se creyó que contuvo los huesos del primo de Jesús, Santiago, primer obispo de Jerusalén. La afirmación, anticipada por algunos expertos israelíes en medio de un debate internacional acerca de su autenticidad y el de una tablilla que dataría de los días del Primer Templo de Jerusalén, hace 3.000 años, se basa en informes de dos grupos de investigadores, uno de arqueólogos y lingüistas, y otro de geólogos. La inscripción que aparece en el osario apócrifo, acerca del cual informó en noviembre pasado a la prensa la dirección de la Biblical Archeology Review, dice «Santiago, hijo de José, hermano de Jesús de Nazaret». La tableta, con un texto en el lenguaje de los desaparecidos fenicios, describe una orden del rey bíblico Josías para que llevar a cabo unas reparaciones en el Templo de Jerusalén, lo cual también despertó gran interés pues sería una prueba de la veracidad histórica del relato de las Sagradas Escrituras. ¿Primo o hermano? Santiago era primo de Jesús y se le describe como «hermano» porque el hebreo antiguo del Antiguo Testamento no conoce términos como «sobrinos, primos o cuñados» y todos los familiares vienen conglomerados en la palabra hermano, dijo a Efe el fraile Artemio Vítores, superior del convento católico de San Salvador de Jerusalén. Jesús no tuvo hermanos y si cuatro primos, Santiago, Simeón, Cleofás y Judas. Santiago, conocido como «el Justo», fue martirizado pro los judíos antes del asedio de Jerusalén por el emperador Vespasiano, según La Historia Eclesiástica de Eusebio. Todos los familiares de Jesús tuvieron un papel muy importante en la primitiva comunidad cristiana y fueron los primeros obispos de Jerusalén. La investigación paralela abierta por los agentes policiales comenzó hace unos meses cuando el abogado Isaac Herzog, hoy parlamentario laborista, ofreció al Museo de Israel, en representación de un cliente, cuya identidad no quiso revelar, la Tablilla de Josías a cambio de cuatro millones de dólares. Los conservadores de la institución expresaron sus dudas sobre la autenticidad de la pieza, y decidieron no comprarla. Pero el movimiento puso a las autoridades tras las pistas de su dueño, que podría estar infringiendo una ley israelí, y en consecuencia, quienes adquieran cualquier pieza incurren en el tráfico de bienes robados.