La importancia de una buena alimentación

El mejor tratamiento para combatir la osteoporosis es la prevención basada en una dieta con aporte de calcio, vitamina D y fosfatos, el ejercicio físico y el estilo de vida. El calcio (1.500 mg. diarios en adolescentes y mujeres posmenopáusicas y 1.200 en adultos y embarazadas) desempeña un papel muy importante para mantener los huesos siendo aconsejable la ingesta de lácteos, pescado azul y frutos secos. Además, la vitamina D es esencial para mejorar su absorción aunque, si existen carencias de ambos nutrientes, el médico puede aconsejar suplementos. Dos recientes estudios realizados en nuestro país han llegado a la misma conclusión, revelando que el consumo moderado de cerveza (una o dos al día), favorece la formación de masa ósea. El ejercicio físico ayuda a mantener los huesos sanos, el equilibrio y la agilidad. Aunque su intensidad depende de la edad, subir y bajar escaleras, practicar natación, aeróbic o ciclismo son algunos de los más recomendados. No obstante, si está en riesgo o padece la enfermedad, el médico aconsejará una determinada actividad física como parte del tratamiento. En cuanto al estilo de vida, además de no beber y fumar en exceso conviene adoptar medidas posturales para evitar dolores y posibles fracturas. Si se ha diagnosticado la enfermedad, se deben usar zapatos cómodos con suela antideslizante, no tener alfombras sueltas, evitar los obstáculos desordenados en el hogar, mantenerlo suficientemente iluminado y graduarse la vista. Aunque la enfermedad es irreversible, existen medicamentos eficaces que reducen el riesgo de fracturas y mejoran la calidad de vida.