León ¿ciudad turística?

PUES qué quiere que le diga. Yo no diría ni que sí ni que no, ni siquiera lo contrario. León, o sea esta patria chica que cada vez se nos está quedando más chica, es una Ciudad con voluntad de figurar con todo rango entre las Ciudades europeas de mayor significación turística. Y a cuenta o a cuento del Año Jacobeo de Don Manuel Fraga Iribarne, León está haciendo esfuerzos sobrehumanos y sobre económicos para «quedar bien» ante propios y extraños. La señora concejala responsable de la promoción turística de León ante el mundo, Doña Susana Travesi, tomó el mando y reunió a un núcleo distinguido de trabajo para desarrollar el plan marco de desarrollo turístico de la ciudad de León. Y no sólo por curiosidad, sino por lo que importa para nuestro futuro, un gran número de leoneses y leonesas de ambos sexos -que dijo el pregonero del Jacobeo- solicitan, respetuosamente, eso sí, que por favor y sin que sirva de precedente, se le facilite a la población civil, militar, eclesiástica y republicana, cuáles van a ser los módulos sobre los cuales se apoye dicho Plan, teniendo en cuenta que entre nosotros, cuando se reúnen ovejas para concebir y desarrollan un plan, el que muere es el pastor. O sea que se suele quedar todo en lo hablado. Se supone que no será esta vez lo mismo, no porque hayan cambiado los signos municipales ni porque nos encontremos en el tiempo de las promesas desaforadas, asomados al balcón de Chencho para las elecciones, no, sino, porque evidentemente el turismo, sea este jacobeo o sencillamente turístico sin jubileo, constituye una de las posibilidades que los pueblos, que algunos pueblos, salgan o salgamos de pobres. León acudirá a Fitur, que es, según apreciaciones de técnicos enterados, la demostración ferial más importante del Universo Mundo, y durante su transcurso pondrá de manifiesto sus grandes posibilidades para convertirse efectivamente en un centro de atracción turística de primer grado. Solamente hace falta echarle a la cometa hilo, del de la imaginación y permitir que vuele hasta Marte, todo lo demás se nos dará por añadidura. Y tanto el Círculo Empresarial Leonés como la Cámara Oficial de Comercio e Industria están dispuestos a poner en el asador toda la carne. Para alcanzar cotas realmente sensibles habrá que desterrar de nuestros usos y costumbres, todos los tópicos almacenados a este respecto, por los cuales no parece sino que lo único que León tiene que ofrecer al turista sea este jacobeo o supernumerario del Estado sin sueldo, y en todos los certámenes nos apresuramos a destacar como elementos fundamentales de nuestro turismo, el puerro de Sahagún, el botillo del Bierzo o los pimientos de Fresno de la Vega, conjugando estos bienes naturales con otros monumentales, como la Catedral, San Isidoro y San Marcos... Y a nadie se le ocurre decir que el botillo, el puerro o el pimiento juntamente con la Catedral, San Isidoro y San Marcos, sean objetivos turísticos desdeñables -¡líbrenos Dios!- sino, que así como no solo de pan vive el hombre, tampoco de estampas y de tipismos a lo Arguiñano viven los pueblos.