En cuanto a los chicos. Para mí sin duda no hay nada como los nadadores: esas espaldas, esos pechos torneados, esos músculos... Menudos torsos que lucen estos chicos. ¡Ya se podía ver alguno así por la playa!
Y con natación, me refiero a cualquier deporte acuático. Y si no, juzguen ustedes mismos: barrigas como tabletas chocolate, ¿o no?
Estos chicos, representantes españoles en la categoría Tornado, tampoco deslucen demasiado. Habría que hacer una inspección más minuciosa con menos neopreno de por medio.
En cuanto a las chicas... Las tenistas siempre han conseguido acaparar flashes con sus minúsculas falditas. Kournikova, Sharapova o Venus Williams, son testigo.
En el otro extremo están las gimnastas. Musculadas en exceso y con cuerpos muy infantiles, Svetlana Khorkina es una de las excepciones. Aunque en esta cita, demasiado delgada.
No es el caso de los gimnastas, que la verdad no están nada mal. Aquí tenemos a Nemov, uno de los maduritos de esta cita, que sigue demostrando que tras tres olimpiadas sigue estando en plena forma. ¡A la vista está!
Más proporcionadas son las chicas de natación sincronizada. Las españolas Gemma Mengual y Paola Tirados pueden presumir de ejercicios laureados y cuerpo olímpico.
Pura fibra. Si hay algo que caracteriza a a las atletas, como a esta norteamericana, son sus músculos perfectos. Observen brazos y abdominales, por no decir nada de las piernas.
También pueden presumir de cuerpazos las jugadoras del volley playa. No se si será por jugar sobre arena pero tienen unas piernas realmente envidiables.
Un cuerpo como el de Phelps, ¡y vaya cuerpo!, no es una tarea fácil de conseguir. Los deportistas de élite se pasan años trabajándolo y para ello necesitan...
¡Mucha agua! Como nuestro tenista más internacional, Juan Carlos Ferrero.
Una buena dosis de relax....
Y, eso sí y fundamentalmente, horas y horas de entrenamiento.