Diario de León
Publicado por
FRANCISCO SOSA WAGNER
León

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SE DESMAYA un conocido político pronunciando un discurso y se desatan las cábalas de los comentaristas. A mí no me parece el asunto para tanto y lo único que echo de menos es que no se desmayaran también quienes le oían en un gesto de mínima adhesión. Porque, en la actualidad, cuando se quiere subrayar el éxito de un cantante moderno se señala que «se produjeron a lo largo de la actuación decenas de desmayos». También en el mundo de los toros es moda decir que el diestro ha toreado «esmayao» para indicar que lo ha hecho con gusto y arte. Oyendo una conferencia el verano pasado viví el desmayo de la señora que la impartía y nunca experimenté tan gran gozo pues ahí se acabó su perorata. El desmayo ha ganado, como se ve, en el mundo de los espectáculos prestigio y reputación. Y la política es, ante todo, espectáculo. Hace años, por el contrario, desmayarse era cosa de embarazadas o de tuberculosos y quien se desmayaba era conducido a una casa de maternidad o a un sanatorio a leer «la montaña mágica» de Thomas Mann. Por eso, la gente no se atrevía a desmayarse sino en presencia de su abogado. Los únicos desmayos impunes eran los de mentirijillas, los desmayos de la actriz de teatro o de las bailarinas de ballet que son quizás las personas que mejor se han desmayado a lo largo de la Historia. Y es que durante siglos el desmayo fue sinónimo de estómago vacío. Los pobres han sido artesanos del desmayo, en rigor un pobre no es sino el desmayo de la sociedad capitalista. El pobre es esa maceta que ponemos en un rincón del jardín con los esquejes muertos. Ahora, si los desmayos se ponen de moda, hay que prepararse para la formulación de una nueva estética del desmayo demasiado vinculado al romanticismo y a la tisis. Acaso nos encaminamos hacia una nueva edad romántica y los desmayos de este principio de siglo son las golondrinas que la anuncian. Pero que nadie se haga ilusiones porque un desmayo conseguido no está al alcance de cualquiera. El desmayo es un arte y a veces con él, como con un cuadro o un cuento, se quiere impresionar, sorprender, contar una historia, crear una complicidad. Quien se desmaya bien puede causar envidia pero también hacer germinar la amistad o, al menos, una solidaridad de rasgos claramente evangélicos. Si se pudieran pintar los desmayos tendrían el color rosa o el azul, siempre pálido, y las más de las veces exhibirían el semblante positivo de los sentimientos sinceros. Es paradójico que una sociedad como la nuestra que sacraliza la fuerza y el vigor físico esté al mismo tiempo descubriendo la dimensión artística del desmayo y su condición de señal del entusiasmo y hasta del erotismo porque una mujer bien desmayada pone cachondo hasta a un hirsuto eremita. Y es que los labios de la desmayada piden besos de mucha convicción porque son los únicos que sacan de un desmayo para hacer caer en otro. Se podría instituir un día del desmayo como hay el día del padre y podría erigirse el monumento al desmayadodesconocido. Tengo para mí que el éxito del desmayo solo se alcanzará plenamente si lo sacamos de la Seguridad Social donde vive aherrojado y lo ponemos como asignatura en las escuelas de Bellas Artes. Debería haber museos de desmayados célebres con la cara muy pálida, pidiendo el socorro de una buena taquicardia. Hay que imitar a la Naturaleza y desmayarse con la misma elegancia y naturalidad de la Noche que jamás recurre a ese pomo de sales que es la Luna. Precisamente cuando la Naturaleza se desmaya es cuando nace el Arte. Velázquez nació de un desmayo de aquella Corte en la que le tocó vivir. Las vanguardias son un desmayo de la tradición y las revoluciones aprovechan para estallar el desmayo de los políticos como los grandes inventos aprovechan para hacerse notar el desmayo de la rutina. Y hasta la justicia solo resplandece cuando se desmayan los profesionales del Derecho. En fin, la Vida misma ¿no está cimentada sobre el desmayo de la Muerte? Ojalá este artículo no haya podido ser leído hasta elfinal por haber desmayado al lector en la tercera línea.

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