Deleitarse con los placeres del paladar

Maridaje de cocina y vinos en el Vivaldi El Restaurante Vivaldi y las Bodegas Ramón Bilbao han realizado un espectacular maridaje gastronómico de cocina y vinos. Los distintos caldos de estas bodegas han puesto el contrapunto preciso a los elaborados platos de Carlos D. Cidón, demostrando como se puede crear una auténtica sinfonía de sabores y aromas. El espectáculo gustativo comenzó, aprovechando la época del año, por una cata de las uvas con las que son elaborados los vinos que después se beberían. Rodolfo Bastida, director técnico de las Bodegas Ramón Bilbao y Mar de Frades, explicaba que "para la cena se ha buscado un menú muy sofisticado. Carlos Cidón ha propuesto los platos teniendo en cuenta el abanico de vinos de nuestras bodegas, incluso algunos han sido guisados con los mismos caldos que se catarán acompañándolos, por la conjunción será perfecta". Por su parte, el cocinero del Vivaldi aseguraba que "los vinos de Ramón Bilbao son caldos realmente interesantes en cuanto al paladar y el gusto. No ha sido fácil encontrar un maridaje para estos vinos de gran personalidad, lo que hemos intentado hacer es compararlos con platos contundentes. Comenzamos con una ensalada de hojas del campo, con la mostaza, que tiene un punto amargo, y algunas más ácidas como la acedera. La marinamos con un taco de atún rojo y la suavidad de una vinagreta de kefir. El vino elegido para es un Mar de Frades Albariño cien por cien fresco y con un punto de acidez». Y así comenzó el desfile gastronómico que continuaría con un hojaldre caramelizado con reineta del Bierzo a la brasa, pimientos asados, anguila y salmón ahumado Carpier, que fue dignamente acompañado de Albariño Mar de Frades, fermentado en barrica, de exquisitos aromas. Vendría a continuación un bacalao giraldo, gratinado con sabañón de ajos asados y vino tinto, con callos de ternera Valles del Esla. Su pareja de baile fue un Ramón Bilbao de Crianza, edición limitada con su delicado punto de madera. Una buena combinación Carlos D. Cidón, presentó seguidamente un plato merecedor de toda una pléyade de estrellas, lomo de corzo asado, envuelto en tapioca cocida con Mirto de Ramón Bilbao, salsa de trufa negra y tempura de verduras. La combinación de trufa y corzo requiere un vino potente, los bodegueros eligieron para este momento el Mirto, su vino más sofisticado, hecho con uva de viñedos muy antiguos. Finalmente se presentaron tres postres, Soda de ciruela negra con higo verde, parmesano viejo rallado y granizado de orujo de hierbas Mar de Frades, Mojito de ron Brugal para comer y Cremoso de chocolate Araguani con núcleo de Licor 43, salsa de tabaco, café y cacao con helado de leche de oveja y crujiente de chocolate, que fueron acompañados por los artesanos licores y aguardientes de la bodega. Una espléndida cena en la que se mostró una vez la maestría culinaria de Carlos D. Cidón que en este caso mantuvo un interesante y sabroso torneo con los vinos y licores de Ramón Bilbao y Mar de Frades