El mercado de la solidaridad
Los españoles se gastaron el pasado año 10.6 millones de euros en «comercio justo»
Miles de personas caminan por la comercial calle Preciados de Madrid
La solidaridad es, por ahora, un negocio modesto, aunque con expectativas de crecimiento. Los españoles gastaron el año pasado 10,6 millones de euros para adquirir productos fabricados en países pobres con criterios de lo que se ha dado en llamar comercio justo. Un informe elaborado por la organización no gubernamental Setem recoge que la actividad registrada el año pasado permite acreditar la «buena salud» del sector. Mientras en el año 2000 las ventas alcanzaron un valor 6,9 millones de euros, tres años después la facturación llegó a los 10,6 millones. Así las cosas, este tipo de comercio experimentó un incremento del 47 por ciento, según David Álvarez, uno de los autores del informe. El anuario destaca que un significativo aumento de las ventas se produjo a través de máquinas expendedoras, hostelería y regalos de empresa, aunque el canal principal lo siguen constituyendo las tiendas. En lo que se refiere a las comunidades autónomas, ningún territorio escapa al rápido crecimiento por el sector en los últimos cuatro años. Cataluña encabeza la clasificación, con un volumen de 2,3 millones, seguida por Madrid (1,8 millones) y Andalucía (1,2 millones). Comercio justo Los productos fabricados y distribuidos con criterios de comercio justo se realizan con salarios y condiciones de trabajo dignos, ausencia de explotación infantil, igualdad entre hombres y mujeres, funcionamiento participativo y respeto del medio ambiente. Ha sido el ámbito de la alimentación, especialmente la producción y comercialización de café, el que está experimentado un mayor empuje, hasta el punto de que este sector desbancó por primera vez en el 2003 a las artesanías. España se coloca en un lugar intermedio en la lista de países con mayor pujanza del comercio justo. En el grupo de Estados con una facturación superior a los 50 millones de euros se encuentran Alemania, Reino Unido, Holanda y Suiza. Por su parte, Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia e Italia y España logran superar los 9 millones de euros anuales. El resto de estados no llegan a los 4 millones, como es el caso de Finlandia, Grecia, Irlanda, Luxemburgo, Malta o Noruega.