Cada año se vierten al mar veinte millones de toneladas de residuos

El tráfico marítimo en Europa provoca que cada año se viertan más de 20 millones de toneladas de residuos de hidrocarburos y aguas oleosas, una cantidad suficiente como para llenar 10.000 piscinas olímpicas. Esta es una de las afirmaciones hechas por Oceana con la quiere poner de manifiesto el grave problema ambiental por el que atraviesan las aguas europeas. La organización ecologista viene trabajando para que se adopte una Directiva comunitaria que imponga sanciones a los responsables de una contaminación que está poniendo el peligro la biodiversidad. Según sus responsables, desde que en marzo del año 2003 se inició el proceso de aprobación de la normativa se han producido unos 180.000 vertidos ilegales que suponen más de un millón de toneladas de hidrocarburos. Se calcula que el número de los que superan las 20 toneladas es de 90.000 (uno cada seis minutos), que afectan a unos 242.000 kilómetros cuadrados, la superficie de Gran Bretaña. Deficiencias El volumen anual de hidrocarburos que llega a los mares europeos ha sido estimado en 1.750-5.000 toneladas en el Báltico, 15.000-60.000 en el Mar del Norte y más de 400.000 en el Mediterráneo. Sólo en este último, los niveles disueltos en el agua son de hasta 5 gramos por litro, que pueden llegar al doble en las zonas de contaminación crónica aguda. Se afirma, además, que el 88% de los residuos de hidrocarburos que llegan a las costas del mar del Norte, especialmente bolas de alquitrán, proceden de los vertidos de aguas de sentinas. Desde Oceana se preguntan que si tan sólo el 7% de los buques que recalan cada año en el puerto de Rotterdam (el mayor de Europa) deposita sus residuos en las instalaciones portuarias diseñadas a tal efecto, ¿dónde va a parar el 93% restante? Además, en otro estudio de esta organización se calcula que el 40% de los buques europeos ha violado en alguna ocasión las normas de seguridad para prevención de la contaminación marina. En este sentido, denuncian que todos los buques-tanque lituanos, los petroleros letones, los buques-factoría de Malta y Chipre, los cargueros refrigerados de España y Estonia, o los bulk-carriers de Reino Unido, Finlandia y España han presentado deficiencias en todas las inspecciones a que han sido sometidos. Por eso, concluyen afirmando que si la flota de la UE, que pasa por ser una de las más limpias, presenta estas deficiencias, no es difícil imaginarse el lamentable estado de la flota mercante mundial. El Parlamento Europeo ha dado un primer paso y acaba de aprobar el texto de la Directiva en el que se establece que los vertidos de hidrocarburos, tanto ilegales como por negligencia, suponen una infracción motivo de sanciones criminales que llevará aparejada fuertes multas, retiradas de subsidios y ayudas, prohibición de comerciar en Europa y hasta penas de cárcel. La aprobación final queda en manos del Consejo de Ministros comunitario, que supondrá que todos los países de la UE tendrán los mismos instrumentos legales para combatir los vertidos ilegales de petróleo, aceites usados o lavados de tanques.